jueves, 17 de marzo de 2016

Fin de la misión rusa en Siria

Muy al contrario que las hollywoodenses escenas del derribo de la estatua de Saddam Hussein en 2003, la falsa toma de la Plaza Verde de Tripoli en 2011 ( grabada realmente en escenarios en Qatar) o el aberrante asesinato de Gaddaffi, el objetivo de Rusia no fue nunca enseñar al mundo la icónica imagen de uno de sus soldados plantando la bandera rusa en Raqqah; allí, tarde o temprano, volverá a ondear la bandera siria.

La prueba evidente es la contención que Rusia ha mostrado ante una situación que ha tratado de manejar durante 5 años buscando no el enfrentamiento, sino la colaboración con un Occidente incapaz de ver y admitir como el monstruo creado por esos mismos países para alcanzar objetivos geopolíticos se les iba de las manos. Los países occidentales (incluida España) son igualmente responsables al continuar permitiendo que regímenes desquiciados como Turquía o el reino saudí (mucho más dañinos y perniciosos que Siria para Occidente) continúen propiciando impunemente la extensión de los grupos terroristas en Siria e Irak, e incluso en Libia o Yemen.

Balance de la operación rusa
En primer lugar no cabe hablar de retirada; la presencia militar rusa en Siria se ha visto incrementada de forma permanente con el despliegue de notables elementos antiaéreos (S-400), nuevas unidades navales también con importantes capacidades defensivas y ofensivas, infraestructuras renovadas y la ampliación de la presencia rusa con el despliegue en la base aérea de Hmeimim.

Con un alcance desde hasta 400 kms, el S-400 cubre la mayor parte
del norte y centro del espacio aéreo sirio.
Por tanto, no solo ha protegido y asegurado su presencia en el Mediterráneo Oriental, sino que la ha reforzado notablemente y de forma permanente. Sin ir más lejos, se espera la próxima visita del portaaviones Almirante Kutnezsov y el Kremlin ya ha confirmado la continuación de los bombardeos sobre Daesh o Al Nusrah , aunque a menor escala y mediante el empleo del remanente aéreo de unas 15 unidades que se establecerá en Latakia de forma permanente.

De esta manera se explicaba el responsable de Defensa ruso, el ministro Serguéi Shoigú, en su informe al Presidente Putin:

" Los terroristas fueron expulsados de la provincia de Latakia, fue restablecida la comunicación con Alepo, está asediada Palmira, continúan las acciones de combate para liberarla de la guerrilla. Se liberó la mayor parte de las provincias de Hama y Homs, se rompió el cerco de la base aérea de Kuweires asediada durante más de tres años, se estableció el control sobre los campos de petróleo y gas cerca de Palmira: tres grandes campos que hoy empezaron a funcionar en régimen normal.

En Siria fueron eliminados más de 2.000 terroristas provenientes de Rusia, entre ellos 17 comandantes de la guerrilla. Nuestra aviación destruyó 209 instalaciones de extracción, refinación y bombeo de petróleo, así como 2.912 vehículos de transporte de derivados de petróleo, los llamados “camiones cisterna”. (1)

Contundente como siempre, la portavoz de la Cancillería rusa, María Zajarova replicaba la opinión de los más agresivos medios occidentales:

"Se puso en marcha una campaña informativa bien planeada y pagada para hacer creer que las acciones de Rusia y su fuerza aeroespacial (en Siria) darían lugar a un nuevo Afganistán (sin embargo esta campaña ha fracasado". (2)

Respecto a otras opiniones interesadas vertidas desde los medios de comunicación y gobiernos occidentales acerca del carácter unilateral del repliegue ruso, que tratan de sembrar la idea de que Rusia adopta esta decisión para "presionar" a Al Assad, o incluso que está abandonando a su aliado en vista de un deterioro de la situación, solo cabe una pregunta: ¿ porqué tras cinco años de guerra y tras más de 5 meses de operaciones rusas, precisamente Rusia iba ahora a abandonar a su aliado?.

Sencillamente, dicha interpretación tiene poca o ninguna lógica, más allá de continuar la propaganda activa desde hace 5 años y encaminada al desmoronamiento del gobierno de Damasco. Sí cabe interpretar que la decisión rusa haya podido tener en cuenta las futuras acciones de EE.UU y sus aliados respecto a que hacer en el hipotético caso de que todo el proceso de reconciliación fracasara; no cabría entonces, como ha sucedido tantas y tantas veces, cargar la responsabilidad sobre una Rusia que muestra su predisposición retirando la mayor parte del componente ofensivo de sus fuerzas. Aunque de poco sirviera a efectos de una "comunidad internacional" totalmente dependiente de la opinión de Washington, Rusia volvería así a dejar en evidencia a los patrocinadores del terrorismo y de la guerra contra Siria.

Rusia cumple su misión : una intervención muy distinta a la que estamos acostumbrados
La intervención rusa se produjo en respuesta a la solicitud de ayuda directa de su aliado sirio ; es evidente la diferencia con las intervenciones unilaterales de EE.UU y la OTAN que operan en el mismo escenario y con objetivos y resultados, cuanto menos, ambiguos y discutibles.

En cambio, el objetivo ruso era propiciar las condiciones para que el ejército sirio y sus aliados locales recuperaran la iniciativa.

Para llevar a cabo éste propósito , en primer lugar, la intervención se dedicó a estabilizar una situación que amenazaba con desbordar al gobierno sirio tras las importantes pérdidas de Idlib, Palmira, los avances terroristas en la costa de Latakia , el infructuoso status quo alcanzado en la ciudad de Aleppo o los inagotables choques entorno a Damasco.

En su tarea primordial de degradar al máximo las capacidades combativas de los grupos terroristas para seguir manteniendo una guerra a gran escala y prolongada en el tiempo, la aviación rusa y otros medios se dedicaron a golpear las infraestructuras terroristas críticas ; Rusia buscó estrangular la financiación de estos grupos, obtenida primordialmente mediante el trafico de petróleo, golpeando todo el sistema de producción , refinado, almacenaje y transporte. La continuada presión sobre la principal fuente de financiamiento terrorista como es la venta de petróleo a través de Turquía, habría hecho descender hasta en un 40% los ingresos de estas organizaciones, principalmente el EI, y no solo mediante ataques directos sino también mediante la disminución drástica del volumen de suministros y combatientes que antes atravesaban impunemente la frontera entre Turquía y Siria.

También dedicó buena parte de sus esfuerzos a destruir depósitos de suministros (armas,municiones,víveres,suministros médicos) establecidos a lo largo de estos años y a los que la aviación siria no lograba alcanzar o destruir con precisión.

Rusia buscaba también, con esta operación, quebrar el núcleo principal de combatientes procedentes del Cáucaso, repúblicas de Asia Central o de la propia Rusia, estimando con lógica que de ésta forma también se estaba protegiendo a Rusia de las futuras acciones de estos elementos de sobra conocidos. No en vano, Putin consideró el asunto como una cuestión de interés nacional y centenares, sino miles de militantes islamistas procedentes de las citadas regiones, han sido eliminados por la aviación rusa y por el ejército sirio.

Para completar la parálisis de los grupos yihaddistas, se atacaron con precisión puestos de mando ; hasta 17 altos jefes militares fueron así eliminados. El mando ruso procedió a la eliminación precisa y sistemática de centros de mando operacionales de las fuerzas terroristas, merced tanto a labores de inteligencia propias en base a satélites y vuelos de reconocimiento como a la información precisa y cercana proporcionada tanto por fuentes militares sirias como incluso por informantes locales sobre el terreno; el resultado final produjo un importante descabezamiento y confusión de las unidades terroristas en los momentos más decisivos, lo que condujo a masivas retiradas, abandono de importantes posiciones, deserciones y enfrentamientos entre estos grupos.

En la última fase de la operación, la aviación rusa ha prestado un apoyo aéreo cercano masivo a las fuerzas terrestres sirias, fundamental para la recuperación de casi toda la provincia de Latakia y para propiciar la actual ventaja en la provincia de Aleppo, una vez cortadas las principales rutas de abastecimiento procedentes de Turquía. Los resultados en la contención del avance de los grupos terroristas son innegables; durante el último año, Daesh ha cedido el 22% de su territorio en Siria e Iraq, y tan solo en las últimas tres semanas habría perdido otros 3.000 kms2 de territorio según las estimaciones de IHS. 

El último servicio de la aviación rusa ha sido el apoyo a las fuerzas gubernamentales que luchan por recuperar la histórica Palmira.

En el sur de Siria la presencia aérea rusa ha sido menos prominente pero junto a las negociaciones en secreto ha servido para disuadir a Israel de actuar con la impunidad que gozó durante los años anteriores. Además, ha tomado nota de como Rusia ha operado coordinadamente con Hezbolá en sus operaciones en suelo sirio.







Mejoras en la capacitación y equipamiento del ejército y fuerza aérea sirias
El acuerdo militar firmado en agosto de 2015 entre Rusia y Siria supuso igualmente la transferencia de algunos tanques T-90 , sistemas TOS-1 y unidades de artillería autopropulsada, así como camiones y cierta cantidad de vehículos blindados para el transporte de infantería.(3)

TOS-1A Buratino

Hay que recordar que gracias a la asistencia técnica de Rusia, la aviación siria también fue modernizada en parte y re-equipada, y se ve capacitada en estos momentos para finalizar una tarea con la que seguirá contando con la ayuda rusa puntual desde la base de Hmeimim.

El trabajo de los técnicos e ingenieros rusos de Mikoyan en Mezzeh (sureste de Damasco) ha logrado elevar los estándares de la aviación siria permitiendo a ésta desempeñar muchas de las misiones que venían realizado los aviones rusos, mediante la instalación de motores nuevos o reparados y kits de modernización para los 24 MIG 29A/B, que Siria no había aún modernizado. Igualmente fueron enviados los misiles y bombas inteligentes adecuadas, ya utilizadas por pilotos sirios en alguna misión.

MIG 29-SMT
Respecto a la incorporación de nuevas aeronaves, a finales de 2013 Siria firmó con Rusia un contrato por valor de 1.000 millones de dólares que comprende la compra de 24 nuevos aviones MIG-29SMT o M/M2. Los 9 primeros aviones deberían llegar a Siria en el primer trimestre de 2016 y el resto en 2017. Durante la primera mitad de 2016, también se espera la llegada de 36 nuevos aviones Yak-130 adquiridos en 2012.(4)
Cambio radical de escenario
La realidad es que Rusia ha logrado estabilizar, reorganizar y re-equipar al ejército sirio propiciando los medios adecuados de los que adolecía el valeroso pero mal equipado ejército sirio. El apoyo ruso fue decisivo para que el ejército sirio y sus aliados liberaran prácticamente en su totalidad la fundamental provincia costera de Latakia, asegurando esa zona de frontera turco-siria.

El establecimiento de un poderosos dispositivo antiaéreo en la región ( incluyendo elementos navales ) a raíz del episodio del derribo del SU-24 por parte de F-16 turcos, disipó cualquier posibilidad real de establecer ningún tipo de zona de exclusión aérea como añoró Turquía durante años.

Puestas las condiciones y a partir de este punto, las tropas sirias y aliados deberían ser capaces de asestar los golpes definitivos a los remanentes yihadistas.

El arsenal de presión diplomática también fue utilizado de manera adecuada "desnudando" las acciones turcas ante el mundo.

Retirando una gran parte de sus operativos y pasando a un segundo plano, Rusia demuestra que su principal anhelo es el final del conflicto y la preservación de un estado sirio que pueda seguir denominándose como tal. Así pues, independientemente del proceso que diluciden las obligadas negociaciones, Siria continuará existiendo, frustrando sueños geopolíticos de uno y otro lado del Atlántico y también los de los autócratas del Golfo.

Rusia ahora quizás delegue el peso regional en un Irán que siempre ha estado presente, adoptando tal vez deliberadamente un perfil más bajo en la región, aunque reforzando todo el peso diplomático adquirido y manteniendo la protección sobre la República Árabe Siria. Ahora todos los esfuerzos diplomáticos se centraran en una solución dialogada y aceptada por EE.UU y sus aliados sobre la base de que el régimen de Damasco no será derrocado por la vía militar.

La intervención rusa también nos ha permitido ver como Rusia operaba sus submarinos en el Mediterráneo, como era capaz de alcanzar blancos en Siria desde el Mar Caspio cruzando el espacio aéreo de Irak e Irán o como la infraestructura terrorista oculta y protegida en profundos túneles era metódicamente alcanzada con precisión. Rusia ha desplegado una combinación de su armamento mas innovador (T90, misiles Kakibr, aviones Su-34..) junto con unidades mas veteranas pero que han demostrado una enorme valía (Su-25, Tu-160 ..). En este sentido ha significado un verdadero golpe de autoridad y una dosis de realismo que también ha supuesto el definitivo retorno ruso al primer plano mundial y la recuperación de su histórico rol en Oriente Próximo.

Rusia ha demostrado ser un aliado fiable respondiendo al socorro de un aliado. Protegiendo sus intereses (Tartus) podría haberse limitado a su papel diplomático pero Putin es consciente de que tras Libia y Ucrania no era recomendable sentarse a esperar como se derrumba y desaparece otro de sus aliados en mitad de una furiosa guerra económica y mediática desplegada contra Rusia desde EE.UU y Europa.

Plenamente consciente de que EE.UU no guarda ningún otro mínimo criterio salvo la hostilidad hacia Rusia para aceptar nuevos aliados, Rusia ha evitado que fuera factible la proclamación de Damasco como la capital de un nuevo estado fallido en Medio Oriente o aún peor, como la nueva capital del Califato.

Al contrario, Rusia ha sido capaz de articular una coordinación eficaz no solo con otros países (Siria,Iran,Irak ) sino con grupos diversos como Hezbolá, los kurdos o las Fuerzas de Defensa Nacional sirias.

Rusia ha forzado a las potencias occidentales y árabes (a excepción quizás de los extremos de Turquía y Arabia Saudí) a negociar con Damasco. Ha demostrado además que es capaz de volver a hacerlo.Pese al mundo en el que vivimos, retorcido y distorsionado hasta el extremo, la Historia debería recordar este momento con la relevancia que requiere.

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