martes, 19 de marzo de 2019

Rusia: ¿socio estratégico para Europa?


Hace apenas unos días, el Parlamento Europeo aprobó por votación una resolución que solicita reevaluar la situación de las relaciones UE-Rusia; la principal conclusión es que Parlamento Europeo ya no considera a Rusia como “socio estratégico”.

En definitiva, recomienda revisar los Acuerdos de Colaboración y Cooperación con Rusia (1) recomendando limitarlos a la cooperación en áreas de interés común y se insta a profundizar en la dinámica de las sanciones ( lo cual llevó a cabo el Consejo de la UE en diciembre pasado, prolongando las sanciones en vigor contra Rusia hasta el 31 de julio de 2019 )

Si la Unión Europea actuase bajo su propio criterio e independencia, dicha decisión sería criticable o aceptable según bajo que argumentos fuese analizada; sin embargo, al no ser ese el caso y al confirmarse nuevamente la total sumisión europea a los intereses globales estadounidenses, supone otro importante daño auto-infringido a Europa por parte de sus propios “representantes".

Lo cierto es que si analizamos el texto aprobado encontramos una abismal distancia entre la defensa de los intereses europeos que se supone defiende la resolución, y la realidad, que no es otra sino la confirmación de la absoluta alineación de Europa en pro de la defensa de los intereses geopolíticos de Washington.

¿Porqué Rusia ya no es un socio confiable?

La respuesta a dicha pregunta la hallamos en el texto de la resolución, una relación de asuntos que más parecen dictados desde el otro lado del Atlántico que ajustados a la realidad e intereses europeos.

Comenzando por la impulsora principal de la resolución y redactora del documento, la eurodiputada letona Sandra Kalniete, ex comisaria de Agricultura y burócrata europea de larga data, educada en Suiza y Reino Unido.

De hecho, el actual primer ministro de Letonia, Arturs Krišjānis Kariņšm (también ex miembro del Parlamento Europeo) nació en Wilmington, Delaware (Estados Unidos), en el seno de una familia letona-estadounidense; se trasladó a Letonia solo a partir de 1996, por lo que posee doble nacionalidad letona-estadounidense.

En el documento redactado por la señora Kalniete, Rusia es acusada de apoyar a partidos euroescépticos y de extrema derecha, por ejemplo en Hungría. Sin embargo la eurodiputada letona no parece tener en cuenta lo que sucede en su propio país, miembro de la UE desde mayo de 2004.

En Letonia, en 2017, su Parlamento aprobó una ley para asignar el estatus de veterano de la Segunda Guerra Mundial a todos los letones que intervinieron durante esa contienda en ejércitos regulares (2), sin importar el bando para el que lucharan; es decir, equipara a los veteranos letones de las Waffen SS con los del Ejército soviético.

De hecho, desde 1990 y cada 16 de marzo (3) , se celebra el Día del Legionario coincidiendo con el aniversario de una batalla de 1944 contra el Ejército Rojo, que tanto veteranos nazis como autoridades letona consideran fue "una batalla por la independencia de Letonia”. La prensa europea blanquea sistemáticamente este aquelarre nazi reproduciendo argumentos falaces para justificar como 140.000 personas se unieron a la Legión Letona para defender la libertad de Letonia y para evitar el regreso del Ejército de la Unión Soviética.

La unidad fue creada en enero de 1943. La Legión Letona ( Lettische SS-Freiwilligen-Legion ) estaba compuesta por dos divisiones de granaderos de la Waffen-SS : 15.ª división SS de granaderos (1.ª Letona) y 19.ª división SS de granaderos (2.ª Letona)

Igualmente, podemos incluir en este capítulo los recientes escándalos que salpican países europeos como Suecia o Bélgica, donde antiguos colaboradores del III Reich aún siguen recibiendo algún tipo de pensión compensatoria.

Como último apunte, en relación con el atentado terrorista llevado a cabo recientemente en Nueva Zelanda (4), el mismísimo MI5 británico, obsesionado al extremo con cualquier mínimo detalle que pueda a involucrar a Rusia, investiga ahora las conexiones de los ultraderechistas neozelandeses con los británicos; por el momento, parece más factible conectar a dichos elementos con sus pares europeos más que con la influencia del Kremlin, pese a la redactada declaración de la eurodiputada letona.

Injerencia rusa en África

La señora Kalniete y los europarlamentarios que apoyaron su resolución claman que Rusia, según destacan especialmente desde 2015, ha interferido en Siria, Libia y la República Centroafricana.

El curioso concepto europeo sobre interferencia (jamás aplicado a las acciones estadounidenses, incluidas las realizadas en Europa) se ha popularizado desde 2012; anteriormente, y merced al Acuerdo de Asociación y Cooperación existente desde 1997 entre la UE y la Federación Rusa se desarrolló un amplio marco de relaciones, sin supuestas interferencias.

La injerencia extranjera es un concepto que Europa no se aplica a sí misma en relación a Libia, destruida por la OTAN y sus aliados árabes en 2011 ante la inacción rusa; pero desde que los rusos comprendieron su error y procedieron a estabilizar la situación en Siria e intentarlo en Libia o República Centroafricana, se convirtieron en injerencistas reiterativos.

A día de hoy, cuando la Unión Europea ha perdido cualquier tipo de control sobre los acontecimientos en Libia (estado inexistente desde el asesinato de Gadafi en 2011) y cuando potencias europeas como Francia y Reino Unido han visto fracasar completamente sus planes para Siria, es cuando oficialmente Rusia pasa a convertirse en la principal culpable gracias a su interferencia, pese a, por ejemplo, ser aliado histórico de Siria desde tiempos soviéticos y poseer allí su única base naval en el extranjero desde los años 70 del pasado siglo.

Respecto a África, tildar de intervencionismo a Rusia por sus acciones en República Centroafricana, Sudán o la ya citada Libia, supone olvidar de un plumazo las imborrables consecuencias de siglos de pasado colonial europeo en casi la práctica totalidad de los países africanos actuales, convirtiendo los argumentos del Parlamento Europeo en pura demagogia.

¿Como calificar las actuaciones de la CPI ( Corte Penal Internacional) en África? ¿Como justificar, por ejemplo, el golpe de estado francés en Costa de Marfil en 2011 contra Laurent Gbabgo? Apenas si se dio cobertura al hecho de que la Corte Penal Internacional (CPI) retirara en enero de 2019 todos los cargos contra el expresidente de Costa de Marfil Laurent Gbagbo, detenido en La Haya desde 2011 por supuestos crímenes de lesa humanidad, procediendo al sobreseimiento del caso por falta de fundamento en la acusación (5).

Apoyo a regímenes autoritarios

Rusia es acusada también por el Parlamento Europeo por su apoyo a regímenes autoritarios, que junto con las violaciones de los derechos humanos dentro del territorio ruso son otras dos razones votadas por los europarlamentarios para liquidar la nominación de Rusia como socio estratégico de Europa.

Se produce en la misma semana en la cual el presidente del Parlamento Europeo, Antonio Tajani (Forza Italia), realizaba estas declaraciones (6):

"¿Mussolini? Hasta que declaró la guerra a todo el mundo después de Hitler, hasta que promovió las leyes raciales, aparte de la dramática historia de [Giacomo] Matteotti [dirigente socialista asesinado en 1924], hizo algunas cosas positivas para construir infraestructuras en nuestro país y la recuperación industrial. Desde el punto de vista de los hechos concretos, no se puede decir que no haya logrado nada", se manifestaba recientemente ante los micrófonos de radio24.

Haciendo a un lado estas declaraciones y obviando el hecho de que el índice de participación en las elecciones europeas de 2014 fue del 43% ( en las elecciones rusas fue del 67% en 2018), lo que verdaderamente desaprueba esta declaración es que Moscú tenga su propia política exterior, a diferencia de Europa.

El Parlamento recrimina a Rusia su apoyo a regímenes y países autoritarios como Corea del Norte, Irán, Venezuela, Siria, Cuba y Nicaragua, así como sus vetos en el Consejo de Seguridad de las Naciones Unidas. Evidentemente, desde el episodio de Libia en 2011 y el error ruso bajo la presidencia de Medveded, tanto Rusia como China han vigilado al milímetro cada paso que el Consejo de Seguridad se ha dispuesto a dar, cerrando los resquicios que las potencias occidentales pudieran aprovechar.

Aún así, tanto EE.UU como sus aliados europeos de la OTAN no han considerado necesaria la aprobación de la ONU para atacar Siria.

Ucrania

Por supuesto no podía faltar el expediente ucraniano; la declaración del Parlamento Europeo cita también “las continuas acciones agresivas rusas en Ucrania”.

Si, según Europa, el Kremlin alienta movimientos ultraderechistas en toda Europa, cabe preguntarse entonces si Rusia también está detrás de los movimientos neonazis ucranianos en pleno auge desde el famoso y mal llamado “EuroMaidán".

En su canal de YouTube, Azov muestra fusiles Tavor que se producen bajo licencia de Israel Weapon Industries y, como tales, deben ser autorizados para exportación por el gobierno israelí

La respuesta es tan evidente que insulta la inteligencia de cualquier ciudadano mínimamente informado aún incluso a través de la prensa occidental, amén de obviar la huella de la terrible guerra desatada por Ucrania en las regiones separatistas de Donbass y llevada principalmente a cabo por milicias ultraderechistas ahora convertidas en Guardia Nacional Ucraniana y armada y asistida por Europa, Canadá, Turquía, EE.UU, e incluso, Israel.

Nuevamente en apoyo de Kiev, recientemente la UE imponía sanciones a ocho mandos rusos por la detención de 24 marinos ucranianos tras el episodio en el Estrecho de Kerch en noviembre de 2018, legitimando el acto agresivo de Ucrania.

Además, en la declaración aprobada, se insta a Rusia a aplicar de manera completa los Acuerdos de Minsk para acabar con la guerra en el este de Ucrania, prorrogando el falso mensaje escenificado desde 2014 y que incluye la supuesta invasión rusa de Donbass y la anexión unilateral de Crimea; no suponen por tanto, novedad alguna ni discrepancia respecto al mismo mensaje que se repite desde Washington.

Eso sí, tras sentirse arropados, las declaraciones de satisfacción del presidente de la Rada , Andriy Parubiy, recogieron el sentir del democrático establishment ucraniano ante las acciones europeas.

"Ucrania acoge con satisfacción la decisión del Parlamento Europeo de retirarle a Rusia su estatus de socio estratégico de la UE, ya que la Rusia de Putin, un país agresor, no puede ser un socio estratégico de una Europa libre y justa", dijo Parubiy. (7)

Parubiy, segundo por la izquierda.
Cabria recordarle a los parlamentarios europeos algunos rasgos de la biografía de Parubiy, quien ya en 1991 fundó el Partido Social-Nacional de Ucrania (SNPU) junto con Oleh Tyahnybok ( cuyo emblema no era sino el "Wolfsangel"). Posteriormente , entre 1998–2004, Parubiy dirigió la organización paramilitar de SNPU, hasta que abandonó estas organizaciones en 2004 para participar en la Revolución Naranja.(8)

La injerencia rusa en procesos electorales

Después de varios años tratando de implicar a Rusia en docenas de procesos electorales y acontecimientos políticos por todo el mundo ( desde EE.UU , pasando por Alemania, el proceso independentista catalán en España e incluso supuestamente orquestar una trama rusa en las elecciones mejicanas ), era inevitable que la declaración del Parlamento Europeo no contuviera referencia a ello.

Se mencionan campañas rusas de propaganda y desinformación junto a ciberataques perpetrados por sus servicios de inteligencia con objeto de aumentar las tensiones en la Unión y en sus Estados miembros.

Dado que el texto también apunta a la supuesta injerencia rusa en procesos electorales, cabe resaltar el nulo éxito de los buscadores de conexiones rusas a tenor del fracaso en su caso más emblemático y bajo la más exhaustiva investigación; la injerencia del Kremlin en las elecciones estadounidenses.

Aunque no con la publicidad esperada, con la sentencia contra Paul Manafort (9), parece casi quedar desestimada la carta de la trama rusa contra Trump. De hecho, las declaraciones de la líder demócrata Nancy Pelosi, anunciando que ya no habrá impeachment por el Russian Gate, significan que realmente no hay ninguna prueba que pueda utilizarse contra Trump en este sentido.

España es otro caso paradigmático donde inmersos en periodo electoral puede volver a exhibirse el espantajo de la injerencia rusa, como así ha ocurrido tratando de involucrar a Rusia en fantasmagóricas tramas insistentemente relatadas desde diarios como El País .

Aparte de bochornosos ejercicios de pseudo-periodismo y la venta de ejemplares de libros relacionados con la trama rusa escritos por esos mismos periodistas, nada parecido a una interferencia del Kremlin se ha producido en España.

Es más factible hablar de la injerencia estadounidense, que apuesta incluso a los dos supuestos extremos del espectro político español.; VOX y Podemos.

Sin ir más lejos, cara a las anteriores elecciones europeas, Vox recibió en 2014 un total de 146 transferencias de partidarios del Consejo Nacional de la Resistencia de Irán (CNRI), fachada política de la organización terrorista MEK profundamente ligada a la CIA.

Durante las semanas previas a las elecciones europeas de 2014, VOX recaudó el 80% del dinero de este grupo iraní en el exilio desde una quincena de países. (10)

Para las elecciones presidenciales de 2019, VOX presenta como cabeza de lista al Congreso por Alicante al teniente general de Ejército del Aire Manuel Mestre, diplomado del Air War College de Maxwell, Alabama, EE. UU. (1999), donde obtuvo un Master en Relaciones Internacionales.

Respecto a la supuesta extrema-izquierda de Podemos, antes de ascender a su cargo de Jefe del Estado Mayor de la Defensa (JEMAD), José Julio Rodríguez fue director general de armamento del Ministerio español de Defensa en la OTAN, cargo que le permitió trabajar estrechamente con la Oficina de Compra de Armamento y Material de EEUU.(11)

Años después, desde su nuevo cargo de director de programas de la Fuerza Aérea, Rodríguez trabajó ampliamente con la Oficina de Cooperación Militar de la Embajada norteamericana en Madrid, encargada de promover la “cooperación” en armamento – es decir, la compra de armas a las principales empresas de EE.UU

En un informe de la embajada estadounidense en Madrid, revelado por los papeles de Wikileaks, se define al general Rodríguez como un militar “pro Estados Unidos”, además de “un gran estratega y fuerte adalid de las acciones conjuntas”. A día de hoy, José Julio Rodríguez forma parte de la dirección de Podemos a nivel estatal.

¿Cuantos casos cómo éstos hay diseminados por Europa en diferentes partidos y tendencias políticas? ¿Cuantos políticos europeos han servido en el ejército ruso y en el entramado del complejo militar-industrial ruso? ¿ Qué porcentaje de la élite político-empresarial europea se ha formado en Rusia?.

Guerra económica

Todo lo visto hasta ahora no era sino el preludio del verdadero kit de la cuestión. Detrás de los tópicos y repetitivos “reclamos" europeos a Rusia ( Crimea, Ucrania, injerencia, propaganda etc..), la larga mano de Washington se esconde en otra de las supuestas razones para cesar la asociación estratégica europea con Rusia; el gas.

La UE continúa reconociendo que Rusia “es en la actualidad el principal proveedor externo de gas natural de la UE y que la energía sigue desempeñando un papel central y estratégico en las relaciones bilaterales”.

Pero en su declaración, el Parlamento Europeo aduce que “Rusia usa tal nexo estratégico (la energía) como medio para proteger y promover sus intereses en materia de política exterior…”. Un argumento cierto, pero tan cierto como que es el comportamiento habitual de cualquier país exportador de recursos energéticos, cuyas exportaciones sustentan el desarrollo económico nacional.

Por tanto la UE dice suspender su asociación estratégica con Rusia debido a que los rusos exportan demasiado gas a Europa y condicionan así las relaciones entre ambas partes.

Tratar de diversificar la procedencia de las importaciones energéticas europeas es no solo entendible sino adecuado, pero no “dispararse un tiro en el pie" como se plantea en la declaración.

El punto de mira se pone en el proyecto del gasoducto Nord Stream 2 (entre Rusia y Alemania), exponiendo que dicha iniciativa reforzaría la dependencia de la UE respecto del suministro de gas ruso y apuesta por su posible interrupción.

Una postura totalmente contraria a la de la canciller Angela Merkel y a los intereses de Alemania, la principal economía europea, pero en total consonancia con los reclamos estadounidenses.

Solo tres días después de la petición de ruptura del Parlamento Europeo, el Secretario de Estado, Mike Pompeo, realizaba unas declaraciones tan extravagantes como reveladoras:

"Todos conocemos la historia de Rusia. Invadió Ucrania para acceder a sus reservas de petróleo y gas. A su vez, privó a Ucrania de la posibilidad de desarrollar estos recursos por sí misma y de utilizar sus gasoductos y sus redes para llevar energía a su propio pueblo". (12)

Pompeo se refería a los exiguos recursos de hidrocarburos en el mar Negro, los cuales habrían sido usurpado a Ucrania tras la invasión y anexión de Crimea por parte rusa.

Por desconocimiento o por pura provocación, Pompeo comparaba el potencial de hidrocarburos ucranianos con el de Rusia, hecho que simplemente es ridículo.

Quizás tratando de ocultar dos factores reveladores respecto a la política energética actual de Ucrania; primero, es EE.UU quien principalmente provee de carbón a Ucrania en unas condiciones económicamente poco ventajosas para Kiev. Y en segundo lugar, Ucrania sigue abasteciéndose de gas ruso que compra a través del circuito europeo.(13)

Volviendo a Europa, es evidente las maniobras estadounidenses y de sus seguidores europeos contra los proyectos de gasoductos rusos se enmarcan dentro de una estrategia más amplia tendente a expulsar a Rusia del mercado energético europeo para que sea el GNL ( gas natural licuado) estadounidense quien ocupe su cuota de mercado.

Incapaz de competir con el gas ruso en términos de costes, rentabilidad, precio o infraestructuras, a Washington solo le queda la carta de lograrlo por la fuerza.

Lograrlo persigue un doble objetivo; el ya citado de expandir sus propios mercados, y dañar de manera irremisible a la economía rusa.

Incluso China entra en la ecuación; es el mercado de gas natural licuado (GNL) con el crecimiento más rápido del mundo.

Sin embargo, tras la guerra comercial lanzada por Trump, quedaron en suspenso acuerdos como el negociado entre Cheniere Energy Inc. y Sinopec de China, cuyo valor se espera sea de US$18.000 millones y otros similares de gran envergadura.(14)

Significa por tanto que EE.UU busca también colocar su gas en Europa, el mercado energético más importante que todos los grandes productores se disputan en el siglo XXI.

NOTAS:

(1) https://eur-lex.europa.eu/legal-content/ES/TXT/?uri=LEGISSUM:28010102_2

(2) https://ria.ru/20171222/1511471212.html

(3) https://www.europapress.es/internacional/noticia-millar-letones-marchan-riga-recuerdo-nazis-aliados-pais-20190316173651.html

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