miércoles, 20 de junio de 2018

África, Aquarius y Médicos Sin Fronteras

Imagen utilizada por la firma Benetton.
Estos últimos días ha sido noticia la travesía de la flotilla del Aquarius, barco de búsqueda y rescate operado por SOS MEDITERRANNEE en colaboración con Médicos Sin Fronteras (MSF). El buque recogió a 629 inmigrantes en las costas libias. La periodista de RNE Sara Alonso, que viajó a bordo del Aquarius, ha detallado las 27 nacionalidades de las 629 personas acogida por España, prácticamente procedentes de toda África:

Sudán: 152, Nigeria: 148, Eritrea: 60, Sudán del Sur: 49, Argelia: 43, Ghana: 30, Guinea Conakry: 22, Sierra Leona: 20, Senegal: 13, Gambia: 11, Marruecos: 11, Mali: 11, Costa de Marfil: 11,Pakistán: 11, Togo: 9, Camerún: 6, Somalia: 5, Etiopía: 5, Guinea Bissau: 4, Bangladesh: 3, Chad: 3, Comores: 2, Afganistán: 1, Níger: 1, República Democrática del Congo: 1 y Liberia: 1. 

Menos publicitado, el Programa de Desarrollo de la las Naciones Unidas hizo público en fechas recientes un estudio titulado “Viaje hacia el extremismo en África: motores, incentivos y punto detonante del reclutamiento” (1) que fue presentado en la capital etíope, Adis Abeba. Para su elaboración, a lo largo de dos años, los autores entrevistaron a 495 reclutas voluntarios de organizaciones extremistas como Al-Shabaab y Boko Haram.

Sus conclusiones; entre 2011 y 2016, el extremismo violento causó 33.300 víctimas mortales en Africa, así como “un amplio desplazamiento, creando situaciones de necesidad humanitaria agudas y críticas”, cita el informe.

En él se enumeran los grupos extremistas más activos en el continente como Al-Qaeda en el Magreb Islámico, Yama’at Tawhid Wal Jihad fi Garbi Afriqqi a (Movimiento para la Unidad y la Yihad en África Occidental, Mujao), Jama’atul Ahlus Sunnah Lidda’awat wali Jihad (Boko Haram) y Ansari en Nigeria y Camerún, Harakat al-Shabaab al-Mujahideen (al-Shabaab) en África Oriental e incluso el Lord’s Resistance Army (LRA) en África Central.

El estudio también indica que:

“Grupos más pequeños afiliados a la actividad violenta extremista han emergido, con las actividades de muchos grupos que se dispersan a través de las fronteras estatales en los países vecinos, generando nuevos grupos e individuos prometiendo lealtad ya sea a grupos primarios o a ideologías relacionadas, por ejemplo, en Camerún, Kenia, Mali y Níger, entre otros”.

Ni que decir tiene que estos asuntos no son del interés de los medios europeos, como casi todo lo concerniente a África, pues los ciudadanos europeos siguen confiando en la “buena reputación y el altruismo” de ONG´s como MSF, las cuales actúan en favor de sus propios intereses y siguiendo la agenda diseñada desde lejanos despachos.

Sin embargo sus conclusiones dejan fuera decenas de conflictos en África que son igualmente causa de la situación actual.

Mozambique
Obvia también el surgimiento de nuevos grupos yihadistas en países como Mozambique; en éste país podemos hablar ya de la implantación del grupo yihadista Al Sunnah wa Jama'ah, también conocido como Al-Shabaab (La Juventud), supuestamente sin conexiones con el movimiento somalí del mismo nombre.(2)

Quema de casas, decapitaciones y ataques indiscriminados son el sello de este nuevo grupo asentado en la provincia de Cabo Delgado ( norte de Mozambique y fronteriza con Tanzania), donde los últimos años se han descubierto enormes reservas de petróleo y gas.

De nuevo, parece querer quitársele importancia a un problema que es global, aduciendo a factores, sociales, económicos y políticos locales y recurriendo a la denominación de “insurgencia islamista”.

Etiopía, Egipto y Sudán; Gran Presa del Renacimiento Etíope
Uno de los principales puntos de conflicto en África, cuyas consecuencias podrían tener efectos incalculables, es la construcción de la Gran Presa del Renacimiento Etíope (GERD, en inglés) cuyas obras comenzaron en 2011; una vez finalizada será la mayor obra hidráulica a lo largo del Nilo, y tanto Egipto como Sudán temen que su suministro de agua se vea afectado.

Egipto se ha opuesto siempre (amenazando incluso con una guerra a Etiopía) al levantamiento de la presa en el Nilo Azul, afluente del Nilo, ya que el país depende casi enteramente de ese caudal, ya de por sí insuficiente.

Egipto teme que dicho proyecto termine afectando su agricultura, mientras que Etiopía considera que la represa es crucial para su desarrollo nacional.

Recientemente parece haberse avanzado hacia una solución consensuada, puesto que tras una cumbre en el Cairo, el primer ministro etíope, Abiy Ahmed, y el presidente egipcio, Abdel Fattah al-Sisi, informaron que habían alcanzado un acuerdo que incluye a Sudán, para establecer un fondo para la infraestructura en los tres países.(3)

Rep. Centroafricana
Por ejemplo, el estudio no resalta la continuada violencia en la República Centroafricana (tercer país más pobre del mundo a pesar de sus ingentes riquezas naturales) en guerra civil y donde las milicias 'anti-Balaka se enfrentan a los milicianos musulmanes Seleka incluso en las calles de la capital, Bangui.
 
 Camerún
Igualmente poco o nada publicitado es el conflicto interno que se desarrolla en Camerún;

Existe una respuesta militar del gobierno frente a los separatistas de sus dos regiones de habla inglesa, que ttratan de alcanzar un estado independiente; Ambazonia (entidad que no ha sido reconocida internacionalmente) y con una población anglófona que representa alrededor de una quinta parte de la población de 22 millones de Camerún.

Dicho conflicto, de larga data y heredado del proceso de descolonización, apenas es conocido por la población europea; un ejemplo más del nulo interés de la prensa occidental por nada que proceda de África y no se ajuste a su agenda geopolítica actual o a intereses económicos concretos.

Pero no para Amnistía Internacional, cuyo foco se centra en la represión gubernamental ordenada por el Presidente Paul Biya:

"Las violaciones de derechos humanos cometidas por las fuerzas de seguridad y las autoridades camerunesas también han contribuido a la creación de un clima generalizado de temor, que, en cierta medida, ha llevado a una creciente sensación de alienación entre las comunidades en las regiones de habla inglesa. Como resultado de estas operaciones de seguridad y la violencia, más de 150,000 personas se han convertido en desplazados internos, donde viven en lugares remotos”.(4)

Lo que Amnistía Internacional obvio intencionadamente , seguramente en pos de los mismos oscuros intereses que alcanzan a todo el planeta, es lo que afirma el grupo de expertos International Crisis Group; al menos 120 civiles y 43 miembros de las fuerzas de seguridad han sido asesinados desde finales de 2016 por estos separatistas anglófonos.

Nigeria
La ONU tampoco parece tener en cuenta que el conflicto en Nigeria no solo implica al sanguinario Boko Haram, que también ha hecho de las regiones fronterizas con Camerún, Chad o Níger su zona de operaciones, sino también al ISWA (Islamic State in West Africa), una escisión de Boko Haram que se formó en 2016, que opera en el norte del país y en las porosas regiones fronterizas con Níger y Chad.

En Nigeria operan también los denominados “fulani”; pastores nómadas, de ideología islamista radical y que rivalizan con Boko Haram en cuanto sus atrocidades y niveles de violencia, causando miles de desplazados y sembrando el terror en varias regiones del país.

Tampoco resultan de interés para la prensa occidental la violencia desatada en el Congo desde hace décadas y detrás de la cual siempre encontramos transnacionales interesadas en el control de los vastos recursos allí presentes; el conflicto abierto en Mali con facciones islamistas activas, los problemas de Kenia en su frontera con Somalia con constantes incursiones de grupos terroristas en su territorio o la propia Somalia, un estado fallido y dividido en territorios autónomos entre sí y donde encontramos presencia militar de países como EE.UU, Francia, Israel, Emiratos Árabes, Turquía etc..amén de la propia Al Shabab somalí.

¿Cuántas líneas han dedicado los medios de comunicación occidentales a tratar, siquiera brevemente, alguno de estos conflictos?

El origen; Libia 2011.
Podemos observar que entre estas personas llegadas a Valencia no hay ni un solo inmigrante procedente de Libia, de donde sin embargo partieron en su gran mayoría. Nos recuerda que África es un continente absolutamente olvidado y marginado en prácticamente todos los medios de comunicación occidentales, para los cuáles el continente africano sólo es noticiable cuando se corresponde con las agendas de las ex potencias coloniales; el caso más sangrante se corresponde con la campaña de propaganda bélica desplegada por los mass media occidentales contra Libia en 2011, “convenciendo” a la opinión pública de la absoluta maldad del régimen del Coronel Gaddafi y la imperiosa necesidad de actuación militar por parte de EE.UU, sus socios de la OTAN y el apoyo catarí.

El resultado es por todos conocido; la destrucción absoluta de infraestructuras clave que situaban a Libia como el país con mayor nivel de vida en África, amén de la muerte estimada por algunas fuentes en más de 100.000 personas, si bien el nulo interés por aspectos humanitarios o por la reconstrucción y estabilización del país mostrado por los países causantes de ello dificulta enormemente una valoración más exacta de las pérdidas humanas y económicas.

España, en aquellos momentos con un gobierno del mismo signo político (PSOE) que el que ahora acoge a los refugiados del Aquarius, apoyó de manera entusiasta la agresión a Libia implicando militarmente a España en dicha guerra. Es más, el entonces Jefe de Estado Mayor de la Defensa y consejero OTAN del Consejo de Estado de España hasta diciembre de 2011, el general Julio Rodríguez, fue candidato al Congreso de los Diputados en las listas de Podemos 2015 y en 2016, ostentando actualmente el cargo de secretario general de Podemos en la ciudad de Madrid.


Que dicho partido de reciente creación, Podemos, que se presenta a sí mismo como supuesta alternativa de izquierdas, escoja a alguien como el general Rodríguez debería bastar para hacerse una idea de la total uniformidad y alineación de todos los grandes partidos españoles sin excepción, con los intereses de la OTAN.

Como reveló Wilileaks (5), la estación de la CIA en Madrid envió a Washington ,con fecha 18 de julio de 2008, un informe donde avala la “lealtad” de Julio Rodríguez tras los cambios en la cúpula militar española:

"La Oficina [de EE.UU.] de Madrid de Cooperación para la Defensa ha trabajado ampliamente los dos últimos años con el Teniente General Rodríguez, cuando era Director de Planes y Programas del Cuartel General del Ejército del Aire. Todos los programas militares de ventas al extranjero fueron coordinados y dotados con personal de su oficina. Rodríguez es el Director Nacional de Armamento español en la OTAN. Ha colaborado estrechamente con el Representante de Estados Unidos OSD AT&L), el Sr. Young en varios programas de compras de la OTAN. El General Rodríguez ha visitado Estados Unidos, y se reunió en 2007 con el Vicesecretario de Defensa (Viceministro). Él es un pro-Estados Unidos, un firme partidario de la actuación conjunta y un pensador estratégico. El Teniente General Rodríguez es bastante callado y habla de forma concisa. Fin del comentario."

PSOE, Podemos…pero también PP, durante cuyo mandato EE.UU lanzó dos operaciones de bombardeo sobre Siria a través del lanzamiento de misiles de crucero por parte de buques estadounidenses que zarparon y posteriormente regresaron a su base naval en Rota (Cádiz, España).

Sin embargo, para los grandes creadores de opinión publica ahora volcados con la necesidad de atender a refugiados, ni la destrucción total de Libia ni las operaciones de la OTAN ( en la cuál se inscribe Turquía) en Siria nada tienen que ver con la situación actual; de hecho, volviendo a Libia, en toda mención a la situación del país norteafricano, al que se señala como foco del problema, se obvia de manera vergonzosa cualquier referencia a la actuación occidental entre febrero y octubre de 2011 y a la utilización de yihadistas como fuerzas terrestres de la OTAN.

ABDELHAKIM BELHADJ
Entre ellos el famoso Abdelhakim Belhadj, comandante del yihadista Grupo Islámico Combatiente Libio y señalado como implicado en los atentados del 11 de marzo de 2004 en Madrid, aupado incluso como gobernador de Trípoli tras la caída del régimen; o Mahdi al-Harati, comandante de la Brigada Trípoli durante la Guerra de Libia de 2011 y posterior comandante de Liwaa Al-Umma, grupo yihadista que inició bajo este nombre su lucha contra el gobierno sirio desde prácticamente el inicio del conflicto.

En 2014, Liwaa al-Umma se había unido a otros grupos rebeldes en la gobernación de Hama, incluidos Liwa al-Haqq y Jund al-Aqsa, en una coalición salafista y jihadista. El propio Harati reconoció entonces que los libios presentes en Siria son ex miembros de la Brigada de Trípoli, que recibió entrenamiento de las Fuerzas Especiales de Qatar en la ciudad libia de Nalut durante la Guerra, afirmando que los fondos del grupo provienen de una red de donantes privados de toda Siria, Medio Oriente y el norte de África, con varios benefactores nombrados de Kuwait recibiendo elogios en particular en la página de Facebook del grupo.

Emblema de la Brigada de los Mártires Abu Salim
También Europa y España apoyaron la figura de Abu Oweis, fundador y vicecomandante de la Brigada Trípoli o exmuyaidines afganos como Abdel Hakim al-Hasidi, comandante de la Brigada de Mártires de Abu Salim, quien tras pasar cinco años en un campo de entrenamiento de Afganistán, fue capturado por en Pakistán en 2002 y entregado a Libia, antes de su liberación en 2008. El propio al-Hasidi declaró que había luchado contra "la invasión extranjera" de Afganistán y se vanaglorió de que sus combatientes tenían vínculos con Al Qaeda. (6)
 
En 2012, al-Hasidi se postuló para un cargo local en Derna, que actualmente está terminando de ser tomada por las fuerzas del General Jalifa Haftar, exoficial gadafista huido a EE.UU (con ciudadanía estadounidense) y convertido probablemente en hombre de la CIA al frente del gobierno de Tobruk.

Entre otras muchas, éstas y no otras fueron las figuras por las que apostaron gobiernos como el español, seguidores ciegos de las doctrinas atlantistas que posteriormente servirían también como principal núcleo conformador de las milicias yihadistas en Siria una vez fueron trasladados allí para repetir el guión libio.

Y estos hechos son los que conforman el origen principal de estas crisis de refugiados/ desplazados actuales; tampoco ONG´s como Médicos Sin Fronteras, supuesto referente moral para muchos crédulos europeos, han reconocido su papel en los conflictos de Libia o Siria, actuación en absoluto neutral como así se autodefine la propia organización sino claramente practicante de la denominada “injerencia humanitaria”.

MSF en Misrata, en 2011
¿Cómo explicar que MSF, que se define como una organización que vela por los derechos humanos, los valores de igualdad, neutralidad y principios democrático, pueda instalarse en Siria en territorios controlados por Al Nusra, Jaysh Al Islam u otros grupos yihadistas que imponen la Sharia en sus dominios?

Sencillamente, porque se encuadran dentro del conglomerado de fundaciones y ONGs "humanistas" (Amnistía Internacional, MSF, Human Rights Watching, White Helmets o el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos etc.. ) bien financiadas por fondos gubernamentales y puestos al servicio de la propaganda de guerra y la agitación geoestratégica.

Principalmente, MSF ha estado íntimamente ligado a un gobierno francés protagonista de la agresión a Libia, donde participó descaradamente en el conflicto del lado de los yihadistas apoyados por la OTAN. Sin embargo, la organización no pierde ocasión para subrayar, falsamente, que “para garantizar la independencia de las presiones políticas, MSF no recibe fondos del gobierno para su trabajo”.

De la misma manera que posteriormente en Siria, la propia ONG se vanagloriaba en 2011 de estar presente en las ciudades de Misrata (7), Bengasi y Zintan, atendiendo a combatientes salafistas durante el intento de recuperación de las tropas leales del bastión yihadista de Misrata; hipócritamente, la propia ONG afirmaba que las ofertas de MSF de iniciar actividades en zonas controladas por Gadafi habían sido declinadas por el Gobierno; probablemente jamás se produjo dicha propuesta.

De hecho sorprende la celeridad con que la “organización humanitaria” se desplegó sobre el terreno: según su propia información, “MSF llegó a la ciudad de Misrata en abril de 2011, cuando la ciudad fue asediada y se produjeron los peores enfrentamientos, para dar apoyo médico y quirúrgico a las estructuras de salud desbordadas por los heridos y las urgencias”.

El resto del entramado “humanitario” occidental también se volcó contra Libia; Amnistía Internacional, Human Rights Watch, Greenpeace, Intermón Oxfam o Fundació per la Pau volcaron sus esfuerzos contra el régimen del Coronel Gadaffi. En abril de 2011 se ponían manos a la obra para tratar de aislar aún más a Libia, tratando de evitar la importación de armamento para Trípoli tras argumentar que Gadafi había bombardeado Misrata con bombas de racimo fabricadas en España.(8)

Por supuesto, la omnipresente organización Human Rights Watch condenó el supuesto uso de estas armas prohibidas por las fuerzas leales al coronel Muamar Gaddafi, calificando la situación de "indignante".

MSF en Siria
El papel de esta ONG en Siria es aún más agresivo y descarado en favor del fabricado discurso anti-Assad y en pos de los intereses occidentales y sus aliados, Israel y las monarquías del Golfo. Médicos Sin Fronteras es directamente responsable del “blanqueo” de las formaciones yihadistas en Siria ante la opinión publica occidental como demostró en 2013.

En aquel momento, Médicos Sin Fronteras “confirmó la utilización de armas químicas en Damasco”, autocalificándose como “fuente independiente” que sin embargo "no puede confirmar científicamente la causa de estos síntomas ni establecer la autoría del ataque". (9)

Como todos los “incidentes químicos” acaecidos en Siria, la culpabilidad recayó sobre Damasco pese a que con el paso del tiempo todos estos montajes han sido debidamente descubiertos y expuestos como tremendas farsas, la organización “independiente” jamás ha rectificado sus afirmaciones ni ha dejado de apoyar a las oscuras fuerzas salafistas que hasta los primeros meses de 2018 seguían atacando diariamente la capital siria causando centenares de muertos, que, para dicha organización, simplemente, no existen.

MSF no es una ONG altruista e independiente, como definió Bachar Jaafari, embajador sirio en la ONU:

“Ese pretendido hospital se instaló sin el permiso del gobierno sirio por la red francesa llamada Médicos Sin Fronteras, que es una rama de los servicios de inteligencia franceses que operan en Siria”.

Sus declaraciones respondían a las acusaciones de la independiente y neutral ONG vertidas en febrero de 2016; el 15 de febrero de aquel 2016, el hospital de Maaret Al-Nouman, localidad siria cercana a Idlib en poder de los yihadistas, y sostenido por Médicos Sin Fronteras, era bombardeado.

La ONG no perdió un minuto; en el diario Le Monde, el doctor Mego Terzian, presidente de Médicos Sin Fronteras en Francia, acusó sin rubor alguno al gobierno de Damasco y a su aliado ruso, mientras seguía definiendo al Frente Al Nusrah y a sus diferentes siglas como “oposición”:

“Se trata de zonas controladas por la oposición. Sería ilógico que ellos bombardearan un hospital conocido por cuidar a su población. Claramente los cuatro obuses fueron lanzados por la coalición que dirige el gobierno de Damasco. Y ciertamente de manera deliberada, porque los cuatro obuses cayeron en pocos minutos en el mismo lugar, en el edificio del hospital, lo que no puede ser un accidente ni el azar”, dijo al diario.

“Fueron contra el hospital porque consideran que cuidaba de la población o de los combatientes que son hostiles a ellos. Desde el inicio de la intervención rusa, los bombardeos se han intensificado. Llevan la misma política de destrucción que en Grozny, en Chechenia: una política de bombardeos masivos e indiscriminados. Es una política de tierra quemada”.

Rebeldes chechenos, incluido Doku Umarov.
¿Por qué esta referencia a la Guerra de Chechenia y a Grozny, hechos sucedidos entre 1999 y 2000? Evidentemente, MSF no estaba presente en Chechenia y sus fuentes de información son las mismas que maneja en Siria; yihadistas. Con ello, queda una vez más en evidencia el carácter de la supuesta organización sin ánimo de lucro, neutral e independiente

Al respecto del mismo incidente, Françoise Bouchet Saulnier, directora legal de la asociación, manifestaba:

"Esto es para sembrar el terror entre la población, sino también para transmitir un mensaje:. Si usted participa, que va a morir, porque todos los que están lesionado no tendrá acceso a la atención…..Este patrón se repetirá desde el comienzo de la guerra siria, los hospitales que reciben a los heridos son atacados regularmente en una hora por una segunda salva ".(10)

Unas declaraciones que resultan especialmente hirientes dado que lo que está describiendo no es sino la estrategia de ataques aéreos con “doble golpe” tan ampliamente llevada a cabo por la aviación de la OTAN en Libia, y especialmente la tan activa aviación francesa, como revelan cientos de testimonios de supervivientes libios.

En clara coordinación, la diplomacia francesa no tardó un minuto en calificar el incidente como similar a los "crímenes de guerra", y el momento fue aprovechado para tratar de impulsar nuevamente la hipótesis de una zona de exclusión aérea para la aviación siria y rusa, viejo anhelo de la señora Clinton desde el inicio del conflicto en 2011 y la “puerta trasera diplomática” para la intervención occidental como sucedió en Libia.

Es más, MSF reincidió en 2017 apoyando la burda farsa de Jan Sheijun, que terminó provocando el ataque estadounidense sobre la base aérea de Al Shayrat en Homs en un claro intento de frenar el derrumbe de las fuerzas yihadistas en la provincia de Idlib.

Solo la prensa occidental concede el status de “organización independiente y credibilidad de Médicos Sin Fronteras (MSF)”, que llegó a “confirmar que las víctimas de Jan Sheijun presentan síntomas compatibles con la exposición a sustancias químicas". (11)


De nuevo en 2018 y ante la inminente caída de la Ghouta Oriental en manos del gobierno sirio, la ONG volvió a la carga:

Médicos sin Fronteras (MSF) publicaba supuestos datos médicos recopilados de los hospitales y clínicas que apoyaba en el asediado enclave de Ghouta Oriental en Siria.(12)

Entre otras cosas, MSF afirmaba “reiterar su llamamiento urgente a todas las partes en la lucha y sus partidarios”:

• pausar los bombardeos para permitir una reorganización de la respuesta médica; sin embargo el llamado se refería en exclusiva a tratar de detener el imparable avance sirio, ya que según el apocalíptico relato de la ONG los ataques diarios de cohetes, artillería y morteros realizados por los yihadistas contra los barrios de Damasco, simplemente, no han existido nunca.

• garantizar que antes, durante y después de cualquier pausa en los combates, las áreas civiles y la infraestructura en ambos lados, incluidas las instalaciones médicas, no se ven afectadas; sin referencia alguna a los miles de testimonios de civiles atrapados en la Ghouta, que, una vez liberados, se refirieron una y otra vez al uso de civiles como escudos humanos por parte de los “rebeldes”.

Y a pesar de confirmar de nuevo un ataque químico del gobierno sirio sobre Douma, bastión yihadista en el cual las tropas sirias ya habían penetrado, reconocía que “ningún miembro del personal de MSF está presente en las instalaciones compatibles”, pero reconociendo que MSF si opera directamente cinco centros de salud y tres equipos de clínicas móviles en el norte de Siria y tiene asociaciones con cinco instalaciones, en provincias dominadas por grupos yihadistas como es el caso de Idlib.

El clímax de la hipocresía de MSF se alcanza cuando la propia organización subraya que “las actividades de MSF en Siria no incluyen áreas controladas por el grupo Estado Islámico, ya que no se ha obtenido ninguna garantía con respecto a la seguridad e imparcialidad de sus líderes”. Para la neutral e independiente ONG, los grupos yihadistas Hayat Tahrir al Sham (Al Nusrah), Ahrar al Sham, Jaysh al Islam o Faylaq al Rahman, con los cuáles cooperaban en la Ghouta oriental, siguen siendo sin ser calificados como yihadistas aún en 2018.

Después de todo lo expuesto anteriormente, para el representante español de la neutral e intachable MSF, David Noguera, la solución sobre Siria está en los refugiados, teniendo en cuenta no se sabe que fantasmagóricas intenciones de Europa de reconstruir Siria, que jamás han existido:

“Yo invito a hacer la siguiente reflexión: en la guerra siria hay gente que dice "yo no voy a matar. La violencia no es la solución. Cojo a mi familia y me piro". Esta gente es la esperanza de Siria. Entienden que la violencia no es la solución…. Europa se le llena la boca con reconstruir Siria… pues debe ser consciente de que la solución está en esa gente.”(13)

Eso, claro, después de que tras la explosión del escándalo Oxfam Intermon, a Médicos Sin Fronteras no le quedó otro remedio que reconocer a principios de 2018, hasta 24 casos de acoso o abusos sexuales en 2017 para evitar que nadie procediera a investigar las sucias tramas del entramado humanitario global (14)
Para finalizar, es necesario recordar que, según ACNUR, un refugiado es un persona que se ha visto obligada a huir de su país por causa de un conflicto, de persecución o por violación de los derechos humanos. En la práctica, hemos asistido a un uso totalmente politizado y partidista del concepto, que aplica selectivamente en favor delos intereses geopolíticos de Europa o EE.UU. ¿Puede dicho status aplicarse a los refugiados venezolanos, la nacionalidad con más solicitudes de asilo en España, o se trata de otro elemento de desestabilización contra Venezuela?
De acuerdo a datos de la Organización Internacional de las Migraciones (15), los venezolanos se convirtieron en 2016, por primera vez, en los principales solicitantes de asilo en España tras recibir 3.960 peticiones desde el país caribeño, por encima de los 2.975 llegados desde Siria y los 2.570 desde Ucrania.


NOTAS

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