domingo, 13 de diciembre de 2015

El derribo del Su-24 y el gasoducto Turkish Stream

Llegada a Rusia del feretro con el cuerpo
del piloto Oleg Peshkov.
Alpaslan Celik, un combatiente de la organización
ultranacionalista turca Lobos Grises,
se atribuye en un video la muerte del piloto del Su-24 ruso.
El episodio del derribo del bombardero ruso Su-24 por parte de las Fuerzas Aéreas turcas ha propiciado una serie de reacciones en cadena en los países implicados que han conllevado la toma de importantes decisiones estratégicas de gran calado.

Revisando los acontecimientos previos y posteriores a esta acción,cabe preguntarse qué razones condujeron a la toma de dicha decisión y que consecuencias trascendentes está ya acarreando.

Descartando taxativamente que pudiera tratarse de un incidente fortuito o de un error, ¿se trató exclusivamente de una decisión turca,u otros intereses se ven implicados en esta escalada de la tensión?.

Para comprender que es lo que está en juego es fundamental volver a incidir en la cuestión energética,principal motivación (aunque no única) ,primero de la guerra contra Libia,y posteriormente del conflicto sirio,desechando nuevamente el ficticio relato de la "Primavera Árabe" difundido por gobiernos y mass media occidentales.

La política de agresiva expansión de la OTAN hacia Rusia y sus intereses es el otro componente clave,como corroboran los acontecimientos en Ucrania y donde la cuestión energética también juega un papel fundamental.

Así,la nueva expansión de la OTAN en los Balcanes, con Montenegro como posible última incorporación,completa un peligroso ciclo iniciado en 1999:

- En 1999, la OTAN absorbía ya los 3 primeros países del desaparecido Pacto de Varsovia: Polonia, la República Checa y Hungría.

- En 2004, la OTAN se extiende a otros 7: Estonia, Letonia, Lituania, Bulgaria, Rumania, Eslovaquia y Eslovenia.

- En este momento, trata de absorber Montenegro, que precedería a otros países aspirantes, como Macedonia, Bosnia-Herzegovina, Georgia y Ucrania.

Si Turquía pierde,¿ cui bono? 
Cabe preguntarse quién gana con esta abierta fractura en las relaciones ruso-turcas.

El derribo premeditado del Su-24 supone un alto precio para la Turquía de Erdogan; en juego,un comercio bilateral cifrado en 30.000 millones de dólares anuales, irreparables pérdidas para el turismo tras las sanciones rusas, la cancelación del proyecto de zona de libre comercio y del Acuerdo de libre comercio de servicios e inversiones entre ambos países o la probable suspensión de la construcción de parte de una central nuclear en Turquía por parte de la estatal rusa ROSATOM. (1)

El presidente egipcio, Abdel Fatah al Sisi,
y su homólogo ruso, Vladimir Putin el pasado febrero.
En parte,Rusia ya ha sondeado otros mercados y con Egipto parecen haberse alcanzado acuerdos para la sustitución de productos agrícolas turcos por productos egipcios,además de reanudarse las operaciones turísticas rusas en aquel país,suspendidas a raíz del atentado en el Sinaí contra el vuelo 9268 de la compañía rusa Kogalymavia.

Sanciones que tratan aspectos fundamentales ciertamente,pero que afectan al ámbito de las dos naciones exclusivamente.

En cambio,otra consecuencia directa de la agresión turca es la congelación y posible suspensión del acuerdo para la construcción de un segundo gasoducto que conectaría a ambos países a través del mar Negro, el Turkish Stream.

Turquía depende actualmente del gas ruso,que recibe a través del gasoducto Blue Stream.En 2014, Turquía compró 27 millones de metros cúbicos de gas a Rusia,que representan el 60% de su consumo y ambos países acordaron hace un año la puesta en marcha de este nuevo proyecto.Además, cerca del 30% del petróleo que consume es de procedencia rusa.

Pero la clave está en la finalidad que ese proyecto perseguía; debía llevar el gas ruso hasta Turquía y de allí a Grecia y a otros países de la Unión Europea,convirtiendo en realidad el propósito original del desdeñado proyecto South Stream mediante una ruta alternativa a aquella.Tan es así que el pasado mes de junio, Rusia y Grecia firmaban un acuerdo para la extensión del Turkish Stream hasta Grecia, convirtiéndola en puerta de entrada del nuevo gasoducto a la Unión Europea (2), y tan solo 8 días antes del derribo del bombardero ruso,Moscú y Ankara anunciaban encuentros de alto nivel para impulsar el inicio del proyecto Turkish Stream.

¿Quién ordenó el derribo,Erdogan o el Pentágono?
Ante el escenario planteado, ¿fue ese avión derribado por expresa decisión de Turquía,país miembro de la OTAN ? ¿O detrás de la acción está la propia OTAN,lo que equivale a decir el Pentágono?

Si observamos el patrón de actuación de la política exterior estadounidense y cuáles han sido sus objetivos prioritarios, atisbar una maniobra de Washington en esta acción no es ninguna insensatez.En este caso,para atajar cualquier acercamiento europeo a Rusia mediante el aprovisionamiento energético, algo que será a todas luces inevitable a medio y largo plazo.

En su momento, el diario New York Times lo definía literalmente como "una estrategia agresiva tendiente a reducir el aprovisionamiento de gas ruso a Europa".

En esa lógica, EE.UU ha logrado alinear a la UE frente a Rusia,y ha intervenido decisivamente en algunos países clave por donde transitan los estratégicos gasoductos que conectan a Europa y Rusia; lo hizo en Ucrania,Bulgaria,Grecia...y,¿ahora en Turquía?.

Ideado por los EE UU ,Nabucco fracasó porque era un gaseoducto 'geo-político'; un verdadero puente energético de 31.000 millones de dólares ideado para socavar la influencia rusa en Asia Central ,tratando de evitar que una gran parte del consumo anual de Europa llegara a través de los gaseoductos rusos.
Ciertamente el punto de inicio de esta ofensiva,tras la derrota estratégica que supuso para EE.UU el proyecto Nabucco. deberíamos situarlo en Siria; lejos de las fábulas occidentales,la cuestión clave de la distribución del gas y la presencia rusa en el Mediterráneo son las verdaderas causas del conflicto desatado contra el país árabe.Por ejemplo,la Unión Europea podría importar gas a bajo coste desde Irán, gracias a un gasoducto ya proyectado que pasaría por Irak y Siria hasta el Mediterráneo; evidentemente EE.UU y sus aliados turcos,qataríes y saudíes han hecho y harán todo lo posible para que nunca se lleve a cabo tal opción.

En Europa, EEUU,junto a sus aliados, preparó y apoyó el golpe de estado en Ucrania en 2014 para poder controlar el gas ruso que llegaba a Europa,absorbiendo de facto a Ucrania dentro de la OTAN y apoyando la guerra contra el Donbass.

Cuando se implicó en Ucrania, EE.UU sabía perfectamente que los volúmenes de gas que suministraban estos gasoductos suponían aún el 40% del total de las exportaciones rusas de gas hacia Europa,pese a la diversificación a través del gasoducto North Stream ( hacia Alemania por el Báltico) y del gasoducto Blue Stream, que llega a Turquía por el Mar Negro.

Washington también consiguió detener el gaseoducto South Stream , poniendo de rodillas a gobiernos como el de Bulgaria.Si se confirmara finalmente,sería toda una jugada maestra que EE.UU lograra también detener el proyecto Turkish Stream. Obama presionó a Erdogan para que cancelara ese proyecto al poco de conocerse la firma del acuerdo (3) pero el interés económico turco había primado para continuar adelante con él...hasta ahora, cuando un acto de guerra como éste obliga a que sea Rusia quien se retire del proyecto.El cambio de escenario acaecido tras el derribo del avión ruso nos trae de nuevo a la palestra las viejas ambiciones geopolíticas estadounidenses para Europa y Medio Oriente en lo tocante a la distribución del combustible del siglo XXI; el gas natural.

En definitiva, la continuada política de sanciones contra Irán, la guerra encubierta contra Siria, la reedición del proyecto Nabucco (que solo podría proveer de poco más del 5% del consumo estimado de gas de la UE para 2020 ) o las repercusiones de la cancelación del proyecto Turkish Stream para los países mediterráneos, no significan para Europa ninguna victoria,como sí lo significan para EE.UU en su declarado propósito de interferir y romper las relaciones y lazos de dependencia entre la UE y Rusia: 

-militarmente,mediante la continuada expansión de la OTAN hacia la frontera rusa y de sus aliados.

-energéticamente,mediante el diseño desde Washington de una estrategia de 
"diversificación" supuestamente beneficiosa para Europa.

-comercialmente,mediante la guerra de sanciones a la que EE.UU ha arrastrado a una complaciente UE,y con la que pretende acordar un trascendental acuerdo como supone el opaco TTIP.

Turquía,clave en las rutas de tránsito
En el momento actual,Ankara no tiene alternativa al gas ruso.

Quizás eso pueda explicar la urgencia con la que fuerzas turcas se han establecido ilegalmente en el norte de Irak con la ridícula excusa de entrenar a las formaciones populares kurdas que luchan contra el EI y a las que la propia Fuerza Aérea turca bombardea a diario.

 Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección: 
 http://www.telesurtv.net/news/Erdogan-justifica-presencia-de-tropas-turcas-en-Irak-20151212-0018.html. Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. www.teleSURtv.net
Turquía habría asegurado que la presencia de sus tropas en el territorio iraquí tienen como fin formar a los militantes de las formaciones populares kurdas que luchan contra el EI.

 Este contenido ha sido publicado originalmente por teleSUR bajo la siguiente dirección: 
 http://www.telesurtv.net/news/Erdogan-justifica-presencia-de-tropas-turcas-en-Irak-20151212-0018.html. Si piensa hacer uso del mismo, por favor, cite la fuente y coloque un enlace hacia la nota original de donde usted ha tomado este contenido. www.teleSURtv.net
Como describe el periódico ruso Nezavisimaya Gazeta,tal vez Ankara, en búsqueda de alternativas al gas ruso, pretende construir un gasoducto en el Kurdistán iraquí que conectaría Turquía y Siria por el territorio kurdo en Irak y esas fuerzas tengan la misión de asegurar esa opción.

Pero la única alternativa realista a la que se ve forzada Turquía es la incorporarse de pleno a los planes geopolíticos estadounidenses.

En este sentido, Erdogan y Davutoglu visitaron recientemente Qatar y Azerbaiyán; Turkish Petroleum Pipeline Corporation y Qatar Petroleum Energy Corporation firmaron un memorando de entendimiento, allanando el camino para la importación de Turquía de gas natural licuado de Qatar, Turquía y Azerbaiyán y ultimando acuerdos para acelerar la finalización del acuerdo de proyecto de gasoducto que cruzará Anatolia; el gasoducto Trans-Anatolio (DTAN) que forma parte del Corredor de Gas Sureño diseñado por EE.UU y,en menor medida,por la UE. (4)

Unos movimientos cuidadosamente preparados
El pasado mes de febrero,el comisario europeo de Acción por el Clima y Energía, el español Miguel Arias Cañete se reunió con el representante de Comercio Exterior de EE.UU, Mike Froman.

Sobre la mesa, el futuro acuerdo de libre comercio y de inversión entre la UE y EE.UU. (conocido como TTIP), y en el que la cuestión energética es uno de los elementos primordiales. 

Consabida la estrategia estadounidense de desvincular a la UE de Rusia, ambos coincidían en reducir la dependencia de gas ruso a través del llamado Corredor Sur, que incluye el proyecto Trans-Caspio para importar gas a través de Azerbaiyán y Turquía: 3.500 kilómetros de gasoductos desde el yacimiento gasífero de Shah Deniz (ubicado frente a la costa de Azerbaiyán en el mar Caspio) a través de Georgia, Turquía, Grecia, Albania e Italia,convirtiéndose en el primer ducto en conectar el gas del Caspio con los mercados europeos y que incluye la posibilidad de añadir a Turkmenistán como proveedor.

También el pasado febrero ,se reunía el Consejo Consultivo del Corredor de Gas Sureño en Bakú (Azerbaiyán) para analizar la implementación del proyecto.(5)

Con presencia incluida de funcionarios estadounidense, la reunión incluyó delegaciones de alto nivel de Azerbaiyán, Turquía, Georgia, Grecia, Albania, Italia y Bulgaria ; representantes del Ducto Trans-Anatolio (DTAN) y el Ducto Trans-Adriático (DTA), que son porciones del Corredor de Gas Sureño, también participaron en la reunión.


¿Previsiones realistas?
Según las previsiones, Azerbaiyán transportaría hasta 6 millones de metros cúbicos de gas a Turquía a partir de 2018 y 10 millones a Italia en 2019.

En contraste con estas previsiones,actualmente y como partes del proyecto de Corredor Sur,solo se encuentra en avanzado estado de construcción el gasoducto Trans-Adriático , que tendrá 871 kilómetros de longitud y unirá Turquía con Italia, pasando por Grecia y Albania.(6)

Como antes mencionábamos, contempla la posible conexión con Turkmenistán, la cúal sería posible mediante el proyecto de gaseoducto Transcaspio, que debería unir las costas de Turkmenistán con las de Azerbaiyán por el fondo de ese mar.

La oposición de Irán y Rusia ha logrado que el gasoducto no se haya construido, aunque el tramo de conducción terrestre que une los yacimientos de Galkynysh con el litoral sí está finalizado. Entre otras razones,la inclusión de Turkmenistán supone otra maniobra contra una Rusia que ha propiciado el tránsito del gas de Turkmenistán a Europa por los gasoductos de época soviética que unen su territorio al de Asia Central.

Eso sí,últimamente Bruselas y Washington saludaron que Bulgaria y Grecia hayan acordado la construcción de un gasoducto que conectará las redes de ambos países y que se prevé iniciar en octubre de 2016 y acabar a mediados de 2018.(7)

Para la ministra de Energía búlgara, Temenuzhka Petkova:

"Con esta firma se establece un inicio real de un proyecto estratégico no solamente para Bulgaria y Grecia, sino para todo el sureste europeo. Este gasoducto forma parte del Corredor Sureño de Gas europeo".
La misma Bulgaria que detuvo las obras de South Stream a la entrada del país tras la visita relámpago de varios e influyentes senadores estadounidenses y que vió como quedaba fuera de todas las rutas de tránsito tras el entierro de los proyectos Nabucco y South Stream.

El mejor ejemplo de las consecuencias del manejo estadounidense de la política exterior europea.

NOTAS

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