domingo, 17 de enero de 2016

Palomares; 50 años de vergüenza histórica

Bomba de hidrógeno Mk-28,
de 10 megatones de capacidad
recuperada del mar.
Hace 50 años,concretamente un 17 de enero de 1966, se producía en España uno de los más graves accidentes de la Guerra Fría y que rozó la catástrofe absoluta; pese a que la España franquista agredió a la Urss durante la II Guerra Mundial colaborando con el III Reich, los responsables del desastre no fueron ni la URSS,ni China ni Corea del Norte,sino el gran aliado y valedor del régimen franquista; EE.UU.

Aquel infame día,dos aparatos de la USAAF (un avión de repostaje en vuelo KC-135 y un bombardero B-52) colisionaban en pleno vuelo sobrevolando las costas de Almería. 

El B-52 transportaba,como hacían a diario, cuatro bombas termonucleares Mark-B-28 sobre territorio español, de las que tres cayeron en tierra y la otra en el mar; de ellas, dos se destruyeron en la caída, liberando parte de su mortífera carga y provocando contaminación radioactiva en unas 220 hectáreas de los términos de Palomares y Villaricos (Almería).(1)

Tratado con increíble vehemencia por las autoridades españolas durante décadas,el incidente pone de manifiesto la absoluta y vergonzosa sumisión de la entonces España franquista hacia los EE.UU; una política continuada por todos y cada uno de los posteriores gobiernos democráticos y definitivamente exacerbada tras la plena integración española en la OTAN y que,por supuesto,sigue manteniéndose hasta nuestros días, 50 años después.

La reprobable actitud del régimen franquista
Desde el primer momento, Franco ordenó la prioridad de minimizar el incidente 
(como hizo con el accidente nuclear en la Ciudad Universitaria de Madrid en noviembre de 1970).

En este sentido el papel de Fraga fue decisivo,entendiendo que era fundamental tratar de minimizar el posible daño al nuevo motor económico de España; el turismo.De ahí su tan famoso como falso baño en la playa de Palomares junto al embajador de EE UU, Angier Biddle Duke; en realidad,la escena se filmó no en la playa de Quitapellejos (Palomares) sino en Mojacar,a 15 kms del lugar.

Pero ante todo, lejos de tranquilizar a la población,lo fundamental fue salvar las "privilegiadas relaciones" que Franco ( "el centinela de Occidente") creía tener con el gobierno del entonces Presidente Lyndon B. Johnson; la realidad histórica nos demuestra como el régimen franquista fue tolerado y manejado como un peón desde Washington y Londres ya incluso durante la Guerra Civil Española,pero especialmente tras el final de la II Guerra Mundial y el inicio de la Guerra Fría.

En 1953 se firmaba el conocido Pacto de Madrid entre Einsenhower y Franco (2), que establecía de facto una alianza entre ambos países y sacaba a España del aislamiento internacional legitimando al régimen franquista.Además,se destinaron 524 millones de dólares de la época,oficialmente para la modernización del Ejército español; como sucedió durante la II Guerra Mundial,éste dinero sirvió para comprar las voluntades de tantos y tantos altos cargos del gobierno y del ejército franquista y mantener así su "lealtad a los intereses del pueblo español". España se convirtió entonces en lugar habitual de tránsito y repostaje para decenas de bombarderos B52,que armados con bombas atómicas transitaban a diario desde EE.UU hasta la frontera turco -soviética.

Trece años después de aquellos acuerdos y alrededor de este gravísimo incidente,EE.UU supo imponer el silencio y la censura incluso al propio Franco sin necesidad de nuevos sobornos,pues ambos países necesitaban enterrar el expediente nuclear cuanto antes.

El programa nuclear de Franco
El programa nuclear de Franco arranca en 1948 con la creación de la Junta de Investigaciones Atómicas.Pero es en 1963 cuando la Junta de Energía Nuclear ordena orientar la investigación hacia la posible obtención de armas nucleares y el desarrollo de infraestructuras asociadas.
De izquierda a derecha Juan Vigón Suerodíaz (1880-1955),
Luis Carrero Blanco (1904-1973) y José María Otero Navascués (1907-1983), protagonistas del programa nuclear español.
En 1968,España ya disponía de una pila atómica experimental en Madrid proporcionada por EE.UU. 

EE.UU,conocedor de este programa,intervino para asegurarse el control del desarrollo de dicho programa.Se encargaría en un futuro de entregar los vectores de lanzamiento necesarios,asegurándose aún más la total dependencia española de la tecnología estadounidense y por ende,la sumisión a Washington.Una vez comprobado que las intenciones de Franco y Carrero Blanco eran reales y que pretendían respaldar con este programa sus tensas relaciones con Marruecos o incluso Gibraltar, en 1968 EE.UU decide cortar esta asistencia técnica con lo cual la iniciativa española queda condenada al fracaso.(3)
El 27 de diciembre del año 1958, Franco y el almirante Luis Carrero Blanco, a la derecha del dictador, inauguraron el Centro Nacional de Energía Nuclear Juan Vigón en la Ciudad Universitaria de Madrid.
El incidente acaecido en 1970 en el reactor experimental Coral-1 de la Ciudad Universitaria quizás esté en relación con los últimos intentos franquistas para obtener armamento atómico.Y tal vez expliquen en gran medida el silencio y la cómplice actuación de las autoridades franquistas en relación a Palomares.

Otra razón de peso era la construcción de la primera central nuclear en España,en marcha desde 1965 e inaugurada en 1968 en Almonacid de Zorita (Guadalajara).

Por supuesto,la construcción corrió a cargo de la empresa estadounidense Westinghouse con un coste de unos 2100 millones de pesetas de la época y estaba en pleno proceso cuando ocurrió el accidente en Almería.(4)

¿Qué sucedió allí? 
EE.UU desplegó a 5.000 efectivos en un improvisado campamento conocido como Camp Wilson únicamente para recuperar, 80 días después del accidente, la bomba perdida en el mar. 

El embajador Duke en Palomares.
La gente de Palomares fue convenientemente “informada y engañada”, tanto como por militares estadounidenses como por militares franquistas con Fraga a la cabeza.No serían conscientes de que los cerca de que 50.000 metros cuadrados de terreno circundante significaban el mayor foco de contaminación radioactiva de toda España y que aún hoy siguen contaminados.(5)

La zona quedaría contaminada por diversos isótopos de plutonio (Pu-239 y cantidades menores de Pu-240) y, en menor proporción, americio 241. La Junta de Energía Nuclear admitirían, como cifras mínimas, que la contaminación alcanzó valores superiores a 7.400 Bq de radiación alfa por metro cuadrado en la superficie indicada, con notables diferencias según los suelos considerados.

Peor incluso les fue a las gentes de Villaricos, un pequeño pueblo pesquero que fue oficialmente excluido de de todo riesgo y por tanto privado de derechos o ayudas.

Las actuaciones de las diferentes administraciones posteriores no han ayudado a esclarecer la magnitud del problema.

A finales de los años 90 el Centro de Investigaciones Energéticas, Medioambientales y Tecnológicas (Ciemat) aseguró haber detectado niveles 20 veces superiores a los considerados aceptables,si bien se sigue insistiendo en que la exposición a la radioactividad es muy baja y en dosis no relevantes.

En 2003, el Gobierno expropió las tierras contaminadas frente a la posibilidad que la construcción de viviendas en la zona removiera las tierras afectadas y agravase el problema.En el año 2007,el Ciemat implementó un nuevo plan de actuación que,entre otras cosas, multiplicó por tres la zona de seguridad nuclear afectada en 1966. (6)

Mientras,asociaciones ecologistas denuncian que la radiactividad sigue presente hasta día de hoy,señalando la ausencia de investigaciones rigurosas y veraces que determinen con exactitud la magnitud del problema.Una lógica preocupación teniendo en cuenta que tras el accidente nuclear de Madrid en 1970 (7), a día de hoy se registran en zonas de la capital española niveles de radioactividad superiores a los registrados en las inmediaciones de las centrales nucleares en activo o que incluso en Saelices el Chico (Salamanca), lugar que albergaba una de las principales minas de uranio de Europa Occidental , activa desde 1954 hasta el año 2002. 
 
Complacencia y silencio históricos
Las consecuencias del propio accidente,las negligentes actuaciones tanto de España como de unos EE.UU solo preocupados de recuperar su armamento, el criminal silencio y ocultación de las consecuencias para la población y medioambiente locales y el cómplice comportamiento continuado de todas las administraciones españolas hasta fecha de hoy,encumbran a este capítulo como uno de los más vergonzosos y sonrojantes de la reciente historia de España.

Evidentemente,la prensa franquista de la época fue puesta de inmediato al servicio de la propaganda gubernamental,
posiblemente asesorada de cerca por expertos estadounidenses en este tipo de manejos.Pero también deberíamos aludir al tibio papel de denuncia de unos medios de comunicación españoles (ya en democracia) absolutamente puestos al servicio del buen nombre y reputación de esa "alianza" de la que España estaba a punto de formar parte; la OTAN.

Lograron que el incidente quedase prácticamente olvidado y,con el paso de los años, casi sepultado en la Historia,cuando sus efectos colaterales y sus repercusiones políticas en el presente son absolutamente apreciables.

En los años 80,el gobierno de Felipe González trató mediante la ocultación y la censura de evitar cualquier mención del accidente que pudiera enturbiar su firme aspiración a la entrada de España en la OTAN finalmente acaecida en 1982.Más tarde,en 1985 y previamente a la consulta popular sobre la permanencia en la organización,Felipe González se reunió con Reagan ; EE.UU conseguía el compromiso de España y del gobierno de González para permanecer en la OTAN ,pero al respecto de Palomares, la administración Reagan dejaba claro que se desentendía del asunto.(8)

La eficacia con la que se empleó el gobierno del PSOE queda patente en un dato;
cuando en 1986 se planteó el referéndum sobre la permanencia de España en la alianza,en plena campaña pro OTAN alentada desde el gobierno y sus poderosos grupos mediáticos afines, la gente de Palomares y Villarico fue de nuevo asesorada e informada por dirigentes locales y mediante visitas de importantes figuras del gobierno del PSOE.El resultado final de la campaña reveló que los habitantes de Palomares y Villaricos habían votado “SÍ” a la OTAN en un aplastante porcentaje del 75%.

Armas nucleares estadounidenses
en Europa (2008).
Hoy,como ayer,EE.UU y diversos países aliados como Italia,Holanda o Alemania,siguen violando los tratados de no proliferación nuclear suscritos al almacenar o permitir el almacenamiento de dichas armas en sus territorios.

Posiblemente,España esté también incluida en esta lista,mientras prácticamente todo el espectro político aplaude los acuerdos bilaterales con EE.UU y demás socios de la OTAN; la Historia no nos ha enseñado la lección.



¿Se cierra el expediente?
En octubre de 2015,el secretario de Estado, John Kerry, visitaba Madrid (9) para ratificar un acuerdo ya alcanzado que convertiría la base aérea de Morón (Sevilla) en base permanente para las intervenciones estadounidenses en África y la ampliación del uso de la base naval de Rota.

Este fue el punto central de interés que los medios trataron de desplazar informando del también alcanzado acuerdo para el traslado a Nevada de la tierra contaminada de Palomares,tan solo medio siglo después.Exigirá también la construcción de una carretera hasta el puerto de Cartagena que,nuevamente,no queda concretado en que condiciones y plazos será ejecutada.

“Bien está lo que bien acaba...La voluntad es hacerlo ya, cuanto antes, para que Palomares vuelva a la normalidad que tenía antes de 1966″ , fueron las palabras d el ministro de Exteriores, José Manuel García-Margallo.(10)

Sin embargo,el acuerdo no detalla plazos de inicio y finalización ni queda claro como será financiado (se habla de un coste aproximado de 640 millones de dólares) por lo que cabe deducir que en absoluto nos encontramos ante un expediente cerrado,en el que EE.UU ha demostrado durante 50 años el tipo de trato que ofrece a sus supuestos aliados.

NOTAS

No hay comentarios:

Publicar un comentario