martes, 6 de septiembre de 2016

La trampa kurda en Siria


Syrian Democratic Forces
A primera vista y con la reciente invasión turca del territorio del norte de Siria controlado por los kurdos, la causa kurda en Siria se ve ahora, de manera directa, más amenazada que nunca.
En efecto, la reciente invasión de zonas del norte de Siria por parte del ejercito turco supone no solo una vuelta de tuerca más en la guerra contra la República Árabe Siria; son ahora los kurdos, dominadores de esas zonas autoproclamadas autónomas, quienes ven peligrar su propia existencia y la de su proyecto de construcción nacional en suelo sirio.

Oficialmente, la denominada operación "Escudo del Éufrates", buscaría impedir la consolidación de las zonas autoproclamadas como autonomías kurdas, y especialmente tomar la ciudad de Manbij, arrebatada a Daesh tras dos meses de combates por las FDS (con los kurdos como componente esencial). Todo ello teniendo en consideración que se trata de una invasión extranjera a un país soberano y por la que  la famosa "Comunidad Internacional" no pronunciado una sola palabra de condena.(1)

Lejos de detenerse bajo los supuestos auspicios estadounidenses, los turcos han desencadenado una nueva ofensiva , lanzada a unos 25kms al oeste de la anterior y que supuestamente habría arrebatado a Daesh una pequeña localidad que controlaba desde 2014, ya en la provincia de Aleppo.

Sin embargo, dentro del infinito laberinto kurdo, que se prolonga durante décadas, casi nada es lo que parece y hay siempre algo más detrás; repasando las erráticas y maleables posiciones kurdas a lo largo de todo éste largo conflicto en Siria podremos comprender como las absurdas simplificaciones pre-fabricadas por los medios occidentales en relación a esta cuestión no pueden ofrecer una comprensión global de esta problemática que se remonta años atrás. Sencillamente no pueden hacerlo porque la cuestión kurda es una baza mas utilizada por Occidente en la guerra desatada contra la República Árabe Siria desde 2011.

La posición turca
Lo cierto es que las posiciones turcas y de sus aliados de la OTAN en cuanto a los kurdos parecen antagónicas a primera vista; al menos desde el punto de vista turco.

El tema kurdo es un asunto histórico de estado en Turquía, que ahora ve con más recelo que nunca el posible surgimiento de una estructura nacional kurda junto a su frontera sur; el alumbramiento de dicha entidad supondría espolear a la importante proporción de población turca de origen kurdo en el momento actual de abierta guerra contra el PKK en territorio turco. Evitar el escenario de pesadilla que supondría para Ankara la unificación de los kurdos (turcos y sirios) creando una entidad común, es tan prioritario para los turcos como seguir siendo el principal valedor de los yihadistas en Siria.

No ha de extrañar por tanto que Turquía, verdadera valedora de los grupos yihadistas en Siria
(desde el Frente al Nusra a Daesh , pasando por el "Ejército Sirio Libre") arremeta más que nunca contra la posibilidad de afianzamiento kurdo en el norte de Siria, utilizando abiertamente a estos grupos para combatirlos.

Tan es así, que no es sino el "famoso" Ejército Libre Sirio, quién está actuando como principal fuerza de choque contra los kurdos.

La otra cara de la lucha entre kurdos y turcos
El hecho es que a la hora de la verdad, tanto kurdos como turcos están sirviendo a los intereses estadounidenses incluso con sus enfrentamientos entre sí.

De cara al exterior, las relaciones turco-estadounidenses no pasan por su mejor momento, mientras siguen acumulándose evidencias del beneplácito de Washington a la intentona golpista contra Erdogan.

Sin embargo, tras la discreta visita de Joe Biden a Erdogan, Turquía lanzó una invasión del territorio sirio que no se había producido con tal indisimulado descaro en los años que llevamos de conflicto.

Por tanto, Turquía continua cumplimentando la agenda estadounidense en Siria como ha venido haciendo desde 2011, siendo el principal soporte tanto de Daesh y Al Nusrah como del resto de formaciones "rebeldes".

EE.UU juega sus bazas
Washington domina el juego de la "realpolitik"; juega a dos bandas insistiendo en su apoyo a los kurdos sirios a la vez que autoriza a Erdogan a atacarlos en suelo sirio.

Así lo exponía públicamente el primer ministro turco, Binali Yildrim, afirmando que en esa reunión EE.UU habría permitido la intervención de Turquía en Siria.

Si dirigimos nuestra atención a las palabras de Erdogan acerca de su invasión de Siria, pronunciadas en presencia del propio vicepresidente estadounidense Joe Biden en el transcurso de esta misma visita, encontraremos un discurso tan repetitivo como hipócrita en el que el tema central no son ni Daesh ni los kurdos, sino la aniquilación del régimen del Presidente Al Assad:

“La permanencia de Bashar al-Asad en el poder dañará a los sirios, ya que bajo su mandatario, Siria nunca logrará la democracia”.(2)

Erdogan, tras llegar a justificar su invasión en pos de "proteger la unidad territorial de Siria", identificaba a Daesh y al Partido de la Unión Democrática Kurda (PYD) como los objetivos a batir, pero dedicaba su mensaje, bajo la mirada de beneplácito de Biden, hacia el verdadero propósito conjunto de ambos países;

"Estamos decididos a garantizar el derecho de que Siria sea gobernada por su propio pueblo. Dejemos que el pueblo sirio decida sobre el Gobierno sirio".

Fuerzas estadounidenses lucen insignia de las YPG
Si bien no es menos cierto que fuerzas especiales estadounidenses lucieron insignias del YPG en sus combates en el norte de Siria, lo que constituye un mensaje para Ankara, ¿es verdaderamente concebible que EE.UU protega a los kurdos sirios arriesgándose a alguna acción inesperada del volátil Erdogan?

Evidentemente no;  EE.UU no tratará de cambiar su histórica alianza con el segundo mayor ejército de la OTAN para asociarse con un grupo de supuesta ideología anti-imperialista y cuya rama hermana en Turquía (PKK) aún califica oficialmente como terrorista.

EE.UU estaría interesado en situar al frente de Turquía a un personaje más manejable, pero desde luego no a poner en peligro su alianza con Turquía.

Aún así, es importante entender que Washington no tiene ni ha tenido nunca inconveniente en sacrificar a quién sea en pos de sus objetivos. Para los turcos, la creación de una autonomía kurda en Siria es intolerable y Washington es perfectamente consciente de ello.

Al contrario, la creación de la autonomía kurda siria favorece y coincide con los objetivos estadounidenses, representando la única alternativa "presentable" ante el mundo en sustitución del Califato para lograr "balcanizar" Siria y arañar algún triunfo ante Al Assad, Rusia e Irán.

El propio Pentágono ha venido insistiendo en que las fuerzas kurdas sirias son aún una de sus bazas más eficaces en la lucha contra Daesh. Cabría preguntarse cuáles son las otras opciones que han apoyado y apoyan EE.UU y sus aliados, pero tras cinco años de guerra la respuesta es de una evidencia tan abrumadora que no merece la pena repetirlas.

Lo cierto es que Estados Unidos aún cree posible cumplir parte de su agenda en Siria e Irak. Sencillamente está recurriendo todas las opciones existentes para llegar a su objetivo más inmediato: el derrocamiento del presidente sirio, Bashar al-Asad.

El modo en que se logre es una cuestión menor para EE.UU, como ha sido sobradamente probado a lo largo de la Historia.? Recuerdan quién y cómo se destruyó Libia a través de Al Qaeda en 2011?.

En conclusión, la causa kurda parece quedar una vez más en manos de lejanos centros de poder y utilizada convenientemente como "válvula de presión" contra los estados señalados según el momento, ya sea Turquía, Siria,Irak o Irán.

El nacionalismo kurdo en Irak, Turquía, Siria e Irán sufre además otro mal endémico; la corrupción e intereses de los clanes y líderes de las facciones kurdas, que explican, por ejemplo, las casi insalvables diferencias entre los kurdos iraquíes y sirios.

Profundas diferencias entre los kurdos
Abordar la cuestión kurda es abordar una cuestión candente y no resuelta desde hace décadas.
Lo cierto es que cerca de 40 millones de kurdos se reparten entre Turquía, Irán, Irak y Siria (entre 2 y 3 millones antes de la guerra).

Alrededor de un 75% de los kurdos son de  confesión musulmana suní, aunque también encontramos chiitas, seguidores del zoroastrismo, yazidíes y cristianos. El reivindicado como Kurdistán histórico abarca principalmente el sudeste de la actual Turquía , el noreste de Siria, norte de Irak y las zonas que habitan kurdos iraníes en el oeste de Irán.

Sin embargo, no hay comparación entre la situación kurda en Siria y el Kurdistán iraquí, creado a raíz de la Primera Guerra del Golfo con las famosas "zonas de exclusión aérea". Posee casi todas las características propias de un Estado (organismos de seguridad, fuerzas armadas propias, competencias propias en salud y educación), bien financiado al recibir aproximadamente un 17% de los ingresos por exportaciones iraquíes de hidrocarburos; además se encuentran convenientemente representados en el Gobierno federal de Iraq.

No es cuestión a tratar aquí el asunto del Kurdistán iraquí, pero cabe destacar algún aspecto de su especial relación tanto con EE.UU como con Israel, así como con Turquía.

Ambos países han recurrido a los kurdos para desestabilizar a Irán, al igual que sucede con otros grupos como el MEK, por lo que son comunes en territorio iraní las acciones armadas reivindicadas por el partido kurdo PJAK (Partido por la Vida Libre en Kurdistán), instalado en el Kurdistán iraquí.

En cuanto a Turquía, lo cierto es que el gobierno turco mantiene excelentes relaciones con el gobierno del Kurdistán iraquí. ¿La razón? El oleoducto Kirkuk-Ceyhan (puerto turco), restablecido nuevamente y con capacidad para transportar 300.000 barriles diarios de petroleo desde el Kurdistán iraquí, comercializado directamente por la autonomía kurda; un importante porcentaje de ese petróleo es comprado por Israel.

La cuestión kurda en Siria
Atendiendo a su Historia reciente, en tiempos de Haffez Al Assad, los militantes kurdos turcos obtuvieron el apoyo y la colaboración de las autoridades sirias; sus combatientes eran entrenados por la Inteligencia y el Ejercito Sirio en centros de entrenamiento repartidos por toda Siria, especialmente en el valle del Bekaa bajo control sirio.(3)

Recibieron asistencia técnica, entrenamiento y formación militar así como recursos económicos y armamento de una Siria interesada en mantener a su rival turco “entretenido” y erigiéndose como uno de los pocos estados en el mundo que defendieron la causa kurda.

El histórico líder del PKK, Abdullah Ocalan, así como centenares de miles de kurdos, fueron acogidos en Siria repartiéndose por todo el territorio y especialmente agrupados en barrios de las grandes ciudades de Siria; Damasco, Aleppo, Homs…

Una colaboración que poco a poco fue atemperándose por la presión internacional (esencialmente turca) y que concluyó con la expulsión del histórico líder en 1998 y su detención en Kenia por parte del Mossad.(4)

En 1999,  Öcalan fue confinado en una cárcel en la isla de Imrali en el Mar de Mármara, donde su inicial condena a muerte fue conmutada por la cadena perpetua.

Pese a ello, el territorio de la frontera sirio-turca continuó valiendo como santuario seguro para el PKK (Partido de los Trabajadores del Kurdistan) y sus homónimos sirios en los tiempos más duros de la represión turca. Todo ello mientras EE.UU y la UE, sus actuales supuestos valedores, consideraban y siguen considerando al PKK como una organización terrorista. De hecho, Europa incluyó en su lista de organizaciones terroristas al Partido de los Trabajadores del Kurdistan a petición de Turquía en 2004, aún cuando Ocalan y otros líderes kurdos abogaban por el diálogo; el PKK comienza entonces a abandonar paulatinamente sus posiciones ideológicas marxistas-leninistas, evolucionando hasta el actual "municipalismo libertario", que es cómo los kurdos sirios autodefinen el sistema político puesto en marcha en las zonas bajo su control.

Cabe recordar cómo, décadas atrás, Siria fue el lugar donde también fueron a parar cientos de miles de refugiados palestinos tras su expulsión de sus tierras históricas al formarse el Estado de Israel. Siria actuó igualmente apoyando a la resistencia palestina de manera enfática.

Es por ello que los sirios de origen palestino y de confesión sunnita, han permanecido de manera casi unánime al lado del gobierno sirio desde 2011, implicándose de manera directa y efectiva en la lucha por la supervivencia de la sociedad y el estado sirio frente al yihadismo “rebelde”.
El ejemplo más claro sería la Brigada Liwa Al Quds, formada en el campo de refugiados de Handarat (Aleppo) casi desde el mismo inicio del conflicto y hoy en día con decisiva presencia y actuación en la batalla de Aleppo.

A Siria, su papel en el llamado “Eje de la Resistencia” y su implicación en la defensa de las causas kurda y palestina le valieron ganarse un puesto en el llamado “Eje del Mal” y la amenaza constante de sufrir un conflicto que finalmente fue detonado por sus detractores internacionales, como parte de la falsamente llamada “Primavera Árabe ”, en 2011.

Extraños compañeros de viaje para la causa kurda
Muy diferente de la actitud y acciones emprendidas por los kurdos sirios, abiertamente proclives a una indefinida amalgama llamada "revolución" claramente extremista y al derrocamiento de Bashar Al Assad.

Los kurdos se han preocupado de manera insistente en alcanzar su objetivo histórico: la creación de un estado propio. ES en este sentido en el cuál se ha desarrollado la resistencia kurda frente a Daesh al que ha enfrentado con éxito, pero únicamente en sus propios feudos y una vez la amenaza se hizo evidente. Sólo gracias al contexto de la propaganda anti-siria vertida desde Occidente podríamos creer los sloganes que presentan a los kurdos como " la única fuerza real terrestre capaz de hacer frente al temible Estado Islámico y otras organizaciones terroristas", despreciando el sacrificio de decenas de miles de hombres y mujeres sirios.

Analizando los hechos, lo cierto es que dicha lucha que no ha alcanzado ni mucho menos la misma intensidad e ímpetu a la hora de enfrentarse a otros grupos yihadistas (con "pelaje revolucionario/rebelde) con los que incluso ha llegado a colaborar activamente contra el gobierno sirio.

Por ejemplo, el denominado Frente Islámico kurdo se integró sin mayores problemas dentro del grupo terrorista Ahrar ash-Sham.

En mayo de 2015 los kurdos de Jabhat al-Akrad anunciaban su unión fáctica con el Movimiento Hazzm, el Frente Revolucionario Sirio y otros grupúsculos del autodenominado Ejército Sirio Libre para formar Jaysh al-Thuwar, e integrar junto a las YPG, las tan publicitadas Syrian Democratic Forces (SDF), auspiciadas por EE.UU. (5)

Remontándonos algo más atrás en el tiempo, en la región mayoritariamente kurda de Afrin (Aleppo), los kurdos no han escondido sus alianzas y proveedores; reconocían sin pudor sus tratos con los ahora rivales del falsamente llamado "Ejército Libre Sirio", se enorgullecían del armamento pesado capturado al Ejército Árabe Sirio tras sus retiradas o de mercadear con otros pertrechos ofrecidos por grupúsculos "rebeldes" desmovilizados.

"Durante los dos primeros años de guerra utilizamos la brigada Jabhat al-Akrad del Ejército Sirio Libre para traer armas a la región. Al ser una unidad adscrita al ESL podía cruzar todos los puntos de control rebeldes sin problemas. Salim Idris, el alto mando del ESL, también nos ha vendido armas, y muchos arsenales han entrado desde Turquía de forma clandestina". 

La rama armada kurda (YPG) no escondía su alianza factica con quienes hoy en día combaten en las zonas invadidas por los turcos; el ESL no ha cambiado de patrón pues sigue sirviendo a los mismos intereses que antaño...entonces, ¿cuál es el juego de los kurdos?.

La autonomía kurda ‘de facto’
Los kurdos sirios nunca apoyaron al gobierno de Damasco ( al que de hecho combaten ). Acusan al baasismo sirio de discrimados durante décadas por motivos étnicos. En consecuencia, vieron en la "revolución siria" una histórica oportunidad para alcanzar su anhelado sueño de construcción nacional cuando calcularon que el régimen acabaría desplomándose tarde o temprano.

En lo que ha acabado por constituir un nuevo error de cálculo, tras intentar de nuevo hacerse por la fuerza con Hassaka tratando de expulsar de allí a las fuerzas leales a Damasco, no cabe duda que la autonomía ‘de facto’ declarada por los kurdos en el norte de Siria ha puesto en jaque a Erdogan.
Así mismo, los kurdos han vuelto a maniobrar de manera ingenua y precipitada confiando en el apoyo de Washington; olvidaron de nuevo que EE.UU no posee aliados sino intereses y si la causa kurda deja de servir a sus objetivos, solo hay que repasar la Historia para bosquejarles un futuro sombrío.

Entretato, y aduciendo al abandono de la zona por parte del gobierno, la instauración fáctica de una administración kurda se lleva a cabo desde largo tiempo atrás.

Ciertamente y aunque minoritarias, existen también opiniones, siempre dentro del fragmentado mundo kurdo, que no conciben esta realidad como un proyecto separatista, sino como una oportunidad histórica para que todas las minorías de Siria vean reconocidos sus derechos. Esta corriente no exigiría una ruptura con Damasco, siempre que se atendieran sus demandas acerca de una representación proporcional en nuevos organismos del poder y se respetase su autonomía cultural.

Sin embargo es difícil conjugar esta visión con la realidad sobre el terreno. Progresivamente, el PKK ha ido abandonando sus ideas marxistas y anti-imperialistas, como demuestra el hecho de apoyar los planes estadounidenses para Siria o su alianza con los "rebeldes moderados" en contra de Damasco, y con los que , por cierto, ahora debe lidiar en combates  en Yarabalus o Manjib.

Parece difícil creer que sus aliados rebeldes fuesen a garantizar y conceder a los kurdos más derechos, o que en un momento dado permitieran la creación de algún tipo de entidad nacional kurda cuando detrás de estos rebeldes están los turcos.

Sobre el terreno, en el norte de Siria, los kurdos sirios, controlan cerca de 400 kilómetros de la frontera sirio-turca, administrando las zonas más densamente pobladas; suponen alrededor de un 18%  del territorio nacional de Siria.

Estos territorios autoproclamados autónomos no tienen una composición étnica uniforme en absoluto, existiendo áreas con una población exclusivamente árabe e importante presencia de otras minorías, aunque si exista una mayoría de población kurda.

La diáspora kurda en Siria, desde hace décadas se asentó a lo largo y ancho de Siria en las grandes ciudades (Damasco, Alepo, Latakia..) y no conforman un área continuada de poblaciones exclusivamente kurdas, a diferencia del Kurdistán iraquí.

¿Porqué la poco o nada confiable Amnistía Internacional ( instrumento de propaganda occidental ) estaría denunciando procesos de limpieza étnica en estas regiones? De ser ciertos, cabe interrogarse si actuaciones así no corresponden a una premeditada estrategia tendente a la definitiva fragmentación y segregación étnica en Siria.(6)

¿Podemos creer entonces que se trata de una genuina iniciativa kurda, sin oscuros intereses respaldándola? (7)

NOTAS:
(1)http://www.hurriyetdailynews.com/Default.aspx?pageID=517&nID=103541&NewsCatID=352
(2)http://www.hispantv.com/noticias/siria/285913/erdogan-democarcia-liderazgo-bashar-asad
(3)https://mobile.mmedia.me/lb/en/commentary/565108-the-pkk-assad-regime-story-harmony-discord-and-ocalan
(4)http://www.elmundo.es/elmundo/1999/febrero/16/internacional/mossad.html
(5)https://hasanmustafas.wordpress.com/2015/11/16/an-analysis-of-jaish-al-thuwar-the-army-of-revolutionaries-a-component-of-the-syrian-democratic-forces/
(6)http://internacional.elpais.com/internacional/2015/10/12/actualidad/1444686889_203833.html
(7)http://www.voanews.com/a/us-generals-surprise-visit-to-kurds-prompts-syrian-rebels-fury/3341868.html

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